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Madrid.- El delantero mexicano convirtió el gol con el que el Real Madrid venció 1-0 al Atlético de Madrid en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League, para meter al cuadro merengue en los cuatro mejores del viejo continente.
Fue al minuto 88 cuando “Chicharito” recibió una asistencia de Cristiano Ronaldo para empujar el balón y sentenciar la eliminatoria que le entregó el pase al cuadro de Carlo Ancelotti para luego irse ovacionado por todo el estadio.
La reedición de la última final presentó un ambiente de noche grande en el Santiago Bernabéu, uno de esos días en los que el futbolista siente la historia. Revanchas y maldiciones sobre el césped. El dolor rojiblanco de Lisboa ante una tendencia de impotencia madridista ante el rival que más le incomoda. Se presentó un duelo alejado de la belleza pero de una intensidad extrema.
Sintió el mexicano que era su día, el que tantos meses llevaba esperando, y fue un guerrero hasta que recogió el mayor premio. A su movilidad y desmarques añadió una lucha extrema por cada balón que le situó entre los mejores de la cita.
Restaban 14 minutos por jugar que se le hicieron eternos al Atlético de Madrid. Las ocasiones llegarían. Oblak cerró su exhibición sacando otra a “Chicharito” al minuto 80, saliendo rápido para tapar portería y rozando el balón para mandarlo al tiro de esquina, pero nada pudo hacer a dos minutos del final.
Como en Lisboa, cuando todo llegaba a su fin, llegó el gol del Real Madrid. Cristiano pidió el balón, rompió en velocidad, se asoció con James y regaló el tanto al “Chicharito”.
El fútbol premió al invitado, al jugador que pasó del ostracismo a la titularidad en el día clave.
La explosión del Bernabéu más que por semifinales era por volver a tumbar, siete partidos después, a un Atlético que vuelve a ser grande gracias a Simeone. Esta anotación y su actuación del delantero mexicano callará muchas bocas.
