Gonzalo Maier, una de las nuevas voces de la narrativa chilena, asegura que sería incapaz de escribir una novela de 500 páginas por su “manía” de pulir al máximo las frases y por su gusto por los formatos breves, que le permiten “respetar al lector, no quitarle más tiempo del necesario”.
Maier, que había publicado El libro de los bolsillos, Material rodante y Leyendo a Vila-Matas, presenta ahora simultáneamente dos obras, Hay un mundo en otra parte (Penguin Random House), un volumen de ocho relatos cortos, y Otra novelita rusa (Editorial Minúscula), en un formato reducido de menos de cien páginas, donde sumerge al lector en historias a medio camino entre la comedia y el absurdo.