Xalapa.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador, se pronunció por que se investigue a fondo el crimen del activista social, Abiram Hernández Fernández, asesinado en su casa de la capital veracruzana, al mismo tiempo que otros defensores de Derechos Humanos pidieron no victimizar el caso y que la Fiscalía Estatal trabaje.
El líder del Colectivo por la Paz Xalapa, y quien asesoraba y acompañaba a otros colectivos que buscan a sus familiares en fosas clandestinas en el territorio estatal, fue asesinado de un balazo en la cabeza la madrugada del sábado, y su crimen recuerda al de la periodista Regina Martínez, crítica del Gobierno que también fue ultimada en su casa hace casi siete años.
De acuerdo al columnista Andrés Timoteo, su asesinato es un Déjá vu -algo que recuerda un evento que ya se vio antes-, porque los crímenes de la periodista y el defensor derechohumanista son similares.
“Regina fue un referente para el periodismo veracruzano y su homicidio -el cual sigue impune- generó un parteaguas en la andanada de exterminio de comunicadores durante el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa pues si a ella la mataron, a cualquier otro comunicador le harían lo mismo. Ahora, el asesinato del representante del Centro de Estudios Municipales “Heriberto Jara” y fundador del Colectivo por la Paz en Xalapa, pinta un escenario parecido pues todos los activistas ya están en la mira y pueden ser asesinados en cualquier momento”, escribe Andrés Timoteo en la columna El Minutero que se publica hoy en El Buen Tono.
Igual que estos dos crímenes al amparo de la total impunidad y pareciera que bajo el cobijo de las autoridades, es el atentado incendiario a El Buen Tono, ocurrido hace casi siete años y medio, sin que a la fecha se tenga un responsable y sin que la Fiscalía ni ninguna autoridad respondan, pese a que siguen atentando contra nuestra libertad de expresión.
“El crimen de Abiram Hernández es en sí mismo una alerta para todos y un síntoma agudo de la crisis de seguridad pública e impunidad que aumentará los horrores en Veracruz. Y nuevamente todos a las calles y plazas públicas a exigir justicia por un prohombre caído. Es el ‘déjà vu’, pues”, sentencia Andrés Timoteo.
