Sandra González
EL BUEN TONO
Orizaba.- La excesiva burocracia gubernamental, representada en el estricto control sobre la obra pública y hasta la simple tarea de embellecer fachadas, está llevando a familias enteras a abandonar la ciudad en busca de libertad económica, así lo manifestó el representante estatal de la Unión Zapatista en Apoyo a Deudores de Tarjetas de Crédito y Casas de Préstamo (Uzade), David González Rojas.
Denunció cómo “el Código Hacendario y las regulaciones sobre la obra pública son aplicadas sin misericordia. Aquí, cada paso para mejorar nuestras propiedades se convierte en un laberinto de permisos y multas, donde el costo de incumplir supera con creces el beneficio de avanzar”.
Esta realidad ha forzado a las familias locales a buscar refugio en municipios vecinos, lejos del yugo de una burocracia que, según el entrevistado, “ahuyenta la verdadera economía de nuestra ciudad”.
Responsabilizó directamente al presidente municipal Juan Manuel Diez Francos y su cabildo, al lanzar una crítica sobre la desconexión entre las élites políticas y la cotidianidad de los ciudadanos comunes.
“El alcalde actualmente en su lenguaje no sabe lo que es la pobreza. Es una persona que está en otro nivel. Por eso es difícil que nos entienda a quienes estamos o vivimos al día, a quienes tenemos que picar piedra para rehabilitar una vivienda o simplemente queremos tener un día de descanso en donde no se nos cobre nada, porque hasta para ir al baño hay que pagar”, expresó.
Esta situación no sólo representa un obstáculo para las mejoras materiales de los ciudadanos, sino que también amenaza con socavar la vitalidad económica y social de Orizaba.
En un momento en el que la participación ciudadana y la inversión local son fundamentales para el florecimiento de la comunidad orizabeña, las autoridades municipales se enfrentan a un desafío urgente: liberar a Orizaba de las cadenas de la burocracia y permitir que su potencial económico y humano brille con todo su esplendor.