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¿Hay crisis en la agroindustria de la caña de azúcar?

Superiberia

Veamos los números:

Cada año elaboramos por estas fechas un estimado, extraoficial, del precio de referencia del azúcar y del precio final de la caña que servirá así mismo como precio de arranque de las liquidaciones mensuales de la siguiente temporada azucarera. Desde hace varios años hemos hablado de cifras récord de precios, tanto del azúcar como de la caña, a excepción del ciclo 2018-2019 que fue un buen año en cuanto a producción, pero malo en cuanto a precios.

No hay productor cañero o dirigente azucarero que nos diga que ha sido un buen año, o que la agroindustria va por buen camino. Desde nuestra óptica, efectivamente, podemos afirmar que la agroindustria azucarera está en una profunda crisis en cuanto a sustentabilidad de refiere.

Los reportes y las mediciones de sustentabilidad que elaboramos cada año nos iluminan al respecto. Desde hace 5 años hemos dado seguimiento a las variables que califican la sustentabilidad del campo cañero y de las fábricas, y observamos que no hay avances sustanciales aunque debemos admitir que hay excepciones. Pocas.

Sin embargo, por otro lado, observando el cuadro anterior, vemos que contrariamente a lo que proyectan en los medios y en pláticas con los principales actores de la agroindustria de la caña y del azúcar, no vemos una crisis generalizada a pesar de que sin lugar a dudas los retos para la subsistencia son enormes, que la relación con el vecino del norte es complicada, que las importaciones desleales de jarabe de maíz de alta fructosa que sustituye al azúcar de caña en los refrescos se mantienen, que no hay a la vista una diversificación en el uso de la caña, y a pesar de todo, no observamos una crisis de ingresos, no ha parado de crecer la derrama económica tanto de cañeros como de ingenios.

Veamos. Podemos decir que efectivamente el cambio climático, o los fenómenos relacionados al clima han afectado y seguirán afectando la producción agrícola y pecuaria en el mundo y a la caña de azúcar en particular.

No queremos minimizar las afectaciones, dado que en regiones como la Huasteca, Centro y Norte del Veracruz, Quintana Roo, Oaxaca, se han visto severamente afectadas por sequías. Hay que ver la trágica zafra 19/20, que alcanzó una producción similar a la de 10 años antes.

¿Por qué los principales actores de una de las principales agroindustrias del país hablan de crisis?

Hipótesis:

En primer lugar, los productores cañeros más afectados son los pequeños y medianos, recordemos que hay quien siembra y cosecha entre 3 y 10 hectáreas de caña de temporal y hay que tiene propiedades de más de 100 has con riego. Hay quien tiene los recursos suficientes como para adquirir los insumos necesarios y obtener los mejores rendimientos, incluyendo el riego. Estos productores no sufren el estrés climático.

Por el lado de los llamados industriales, hay grupos que pueden competir a nivel mundial en cuanto a costos y volúmenes de producción, logística de distribución, pero hay otros, los que en Zafranet los hemos clasificado como poco sustentables o de plano como no sustentables, que no pueden sino subsistir a base de subsidios, de posponer pagos por servicios locales, estatales o federales, o de otras formas de ingresos y capitalización.

El cuadro al que hacemos referencia más arriba nos indica que este año, la zafra 2020/21 superará a todas las anteriores, en cuanto a ingresos de las partes involucradas directamente, a pesar de que vemos cifras mediocres tanto en producción de caña como de azúcar.

Esto se debe a que aun cuando la agroindustria produce más azúcar de la que se consume localmente debido sobre todo a la competencia del jarabe de maíz, y a las enormes dificultades para exportar los excedentes, tanto al mercado de la Unión Americana y mucho más al mercado mundial; pero gracias al activismo constante de los productores cañeros que han patentado la estrategia de impedir que fluya libremente el azúcar a los mercados, bloqueando periódicamente las bodegas de los ingenios e imponiendo los precios a los que debe ser vendida. Es decir, se promueve la idea de escasez aún con las bodegas a reventar de azúcar. Consideramos que esto se hace con la complacencia de los principales grupos azucareros dado que a ellos también les conviene un precio “artificialmente alto”.

Aparentemente hay una ceguera institucional. No hay posibilidades de la COFECE no esté al tanto y no tome nota de este asunto. El país produce mucho más azúcar de la que consume y no es competitiva a nivel mundial. Pero los precios locales superan cada año los récords anteriores.

Entonces, en resumen, el método permite que año con año tanto ingenios como cañeros obtengan en promedio mejores ingresos y que se siga difundiendo la idea de que la agroindustria se encuentra en crisis permanente.

(Tomado de Zafranet)

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