México.– El miércoles 22 de abril, durante la gala de la revista Time en Nueva York, el periodista Jorge Ramos Ávalos (Ciudad de México, 1958) hizo una pausa en su discurso en inglés. Fueron apenas diez segundos para hablar en español. Dijo:
“Señor Peña Nieto, comprar casas de contratistas y luego darles millones de dólares en contratos, eso es corrupción. Por eso tanta gente quiere su renuncia y no nos vamos a callar”.
Escritor, comunicador, conferencista y personalidad pública, Ramos asistía, ese miércoles 22 de abril, a una gala donde él era figura central. Estaba allí porque la revista Time lo había nombrado uno entre los 100 personajes más influyentes del mundo. Él era la portada de la edición de Time, recuerdan, otra portada: una donde el aludido por Ramos, el presidente de México Enrique Peña Nieto, aparece sobre un encabezado que afirma: “Salvando a México” o, en inglés, “Saving Mexico”.
Esa portada de Time ha sido alterada cientos de veces. Por lo regular se le utiliza para criticar a un gobierno que, dicen las encuestas, ha perdido en dos años una buena parte de su capital político; que marcó el regreso del PRI a Los Pinos y que abrió batiente con una serie de reformas que hoy tienen sabor agrio o están rodeadas de sospechas después de los constantes señalamientos de corrupción, conflictos de interés y/o amiguismos.
Miércoles 22 de abril: Ramos sabía que la atención del mundo estaba en él. O por lo menos la atención de un círculo rojo que, como él, influye incluso entre los más influyentes.
Pero Jorge Ramos Ávalos no dijo todo lo que quería decir esa noche. Fueron treinta y una palabras en español.
–¿Qué se le quedó en la mente y qué no dijo ese miércoles?.
–Se me quedaron fuera las matanzas de Ayotzinapa, Tlatlaya y Apatzingán. Se me quedaron fuera las estadísticas de que México es uno de los países más peligrosos del hemisferio para los periodistas. Nos han matado a más de 80 reporteros desde el 2000. Pero en ese discurso me quería concentrar en el gravísimo problema de corrupción que existe dentro y fuera del Gobierno.