Harvey Weinstein, el otrora influyente productor de Hollywood que cumple condena por violación, se declaró el miércoles “no culpable” de una nueva acusación de agresión sexual durante una audiencia en un tribunal de Manhattan. A los 72 años, Weinstein compareció visiblemente debilitado y en silla de ruedas tras una reciente operación de corazón, mientras enfrentaba cargos que se suman a una serie de inculpaciones acumuladas desde 2017.
El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, presentó los nuevos cargos, acusando a Weinstein de “agredir sexualmente a una mujer en un hotel del bajo Manhattan entre el 29 de abril y el 6 de mayo de 2006”. La acusación se basa en el testimonio de una valiente superviviente, que ayudó a presentar el caso ante un gran jurado compuesto por ciudadanos anónimos.
La caída de Weinstein ha sido emblemática del impacto del movimiento #MeToo, que destapó numerosas denuncias de violencia sexual y de género. La noticia de esta nueva acusación llega en un momento crítico para Weinstein, que enfrenta un próximo juicio en Nueva York tras la revocación de su condena de 2020 por violación y agresión sexual en apelación.
Inicialmente, el nuevo juicio estaba programado para el 12 de noviembre, pero la fiscalía ha calificado esta fecha de “poco realista”. El juez Curtis Farber ha fijado una nueva audiencia procesal para el 2 de octubre.
A pesar de la revocación de su condena en Manhattan, Weinstein permanece en la prisión de Rikers Island en Nueva York, donde cumple una sentencia de 16 años por violación impuesta por un tribunal de California. Este fallo también está siendo apelado por su defensa.
Con más de 80 mujeres que han acusado a Weinstein de acoso, agresión sexual o violación, entre ellas figuras destacadas como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow y Ashley Judd, el caso sigue siendo un punto focal en la lucha contra el abuso y la injusticia en el ámbito del entretenimiento y más allá.
