El hallazgo de un planeta vagabundo del tamaño equivalente al de la Tierra, el más pequeño de este tipo jamás descubierto hasta el momento, aporta nueva evidencia a favor de que este tipo de cuerpos celestes podrían ser los objetos más comunes de nuestra galaxia, sugiere un estudio publicado el pasado 29 de octubre en la revista Astrophysical Journal Letters.
Estos planetas quedan huérfanos tras ser expulsados de su respectivo sistema planetario a raíz de los efectos gravitacionales de otros cuerpos celestes y viajan por la vastedad del espacio en plena oscuridad, ajenos a todo ciclo diurno o anual.
Casi la totalidad de los aproximadamente cuatro mil planetas conocidos fuera del sistema solar orbitan alrededor de una estrella anfitriona, cuya luz, observada desde la Tierra, resulta opacada a intervalos regulares por la trayectoria del planeta, permitiendo de esa forma su descubrimiento.