Una versión de la emblemática escultura L’Âge mur (La edad madura), de la célebre artista francesa Camille Claudel, ha sido descubierta por casualidad en un apartamento de París, tras haber permanecido oculta bajo una sábana durante más de 15 años. Ahora, esta pieza invaluable será subastada este domingo en Orleans, Francia, con un precio estimado entre 1.6 y 2.1 millones de dólares.
El sorprendente hallazgo tuvo lugar cuando el comisario de la venta, Matthieu Semont, realizaba un inventario sucesorio en un apartamento cercano a la Torre Eiffel. “Más que un encuentro, es un descubrimiento, es mágico. Lloré de emoción. Este bronce, del que se había perdido el rastro durante más de un siglo, tiene una calidad asombrosa”, expresó Semont, quien había estudiado la obra hace 25 años y la reconoció de inmediato al levantar la tela que la cubría.
La escultura, una de las más conocidas de Claudel (1864-1943), representa a tres personajes: una joven arrodillada que simboliza la pasión desgarradora entre la artista y el escultor Auguste Rodin. Según historiadores del arte, la obra refleja la tormentosa relación amorosa que ambos mantuvieron y que marcó profundamente la vida de Claudel.
Esta versión en bronce de L’Âge mur es una de las pocas existentes en el mundo. Actualmente, solo se conocen tres ejemplares más: dos resguardados en el Museo de Orsay y el Museo Rodin en París, y otro en el Museo Camille Claudel en Nogent-sur-Seine. Con unas dimensiones de 61.5 x 85 x 37.5 centímetros, la escultura lleva la firma “C. Claudel” grabada en su base.
La subasta, organizada por la casa de remates Philocale, genera gran expectativa en el mundo del arte, ya que esta pieza podría alcanzar un valor histórico. La obra no solo es una muestra del talento de Claudel, sino también un testimonio de su lucha por el reconocimiento en un entorno dominado por hombres. Pese a la influencia de Rodin, quien intentó ayudarla tras su separación intercediendo ante la Academia de Bellas Artes, Claudel vivió una vida marcada por el abandono y el olvido.
Este inesperado hallazgo reaviva el interés por la obra de Camille Claudel y su legado artístico, demostrando que su arte sigue siendo una fuente inagotable de admiración y misterio.
