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Oakland, California.– Una conmovedora historia de reencuentro ha capturado la atención de la comunidad y del mundo entero. Luis Armando Albino, quien fue secuestrado a la edad de seis años en un parque de Oakland, Estados Unidos, en 1951, ha sido encontrado con vida después de más de siete décadas. Este milagro familiar fue posible gracias a la incansable búsqueda de su sobrina, Alida Alequin, quien utilizó pruebas de ADN y artículos de periódicos antiguos para rastrear su paradero.
El trágico suceso ocurrió el 21 de febrero de 1951, cuando Luis jugaba en el Jefferson Park Playground en West Oakland junto a su hermano mayor, Roger. En ese día fatídico, una mujer lo atrajo con engaños, llevándolo a una desaparición que dejó a su familia devastada. A pesar de una búsqueda exhaustiva que involucró a las autoridades locales, la Guardia Costera de los Estados Unidos y soldados de una base militar cercana, Luis no fue encontrado y el caso fue olvidado con el tiempo.
El primer avance en la búsqueda de Luis llegó en 2020, cuando Alida realizó una prueba de ADN en línea “por diversión” y encontró una coincidencia del 22% con un hombre que creía que podría ser su tío. Esta revelación la llevó a investigar en viejos artículos y fotografías del Oakland Tribune, lo que la motivó a ponerse en contacto con el Departamento de Policía de Oakland.
En marzo de 2024, el Departamento de Policía de Oakland, en colaboración con el FBI y el Departamento de Justicia de California, confirmó la identidad de Luis a través de pruebas de ADN. Ahora abuelo, bombero retirado y veterano del Cuerpo de Marines, Luis vivía en la Costa Este.
El emocionante reencuentro tuvo lugar el 24 de junio de 2024, donde Luis finalmente pudo abrazar a su hermano Roger, quien había estado con él el día del secuestro. Sin embargo, este emotivo momento fue también agridulce. La madre de Luis, de 92 años, había fallecido en 2005, sin conocer el destino de su hijo. Roger, que había esperado ansiosamente este encuentro, falleció poco después, aunque no sin antes encontrar la paz al saber que su hermano estaba vivo.
