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Internacional.- En los últimos años, se ha popularizado la idea de que hablarle a las plantas puede ayudar a su crecimiento y desarrollo. Aunque suena como algo salido de un libro de jardinería para principiantes, muchas personas aseguran que al dedicarles palabras amables o incluso cantarles, sus plantas lucen más verdes y saludables. Pero, ¿existe realmente una base científica detrás de esta práctica?
La teoría detrás de esta creencia radica en que las plantas, aunque no tienen oídos como los humanos, pueden percibir vibraciones. El sonido de la voz humana genera vibraciones en el aire, las cuales podrían ser captadas por las plantas y, en teoría, estimular su crecimiento. Un estudio realizado por la Real Sociedad de Horticultura del Reino Unido en 2009, demostró que las plantas expuestas a grabaciones de voces crecían más rápido que aquellas que permanecían en silencio. Curiosamente, las plantas a las que se les habló con voces femeninas mostraron un crecimiento más acelerado en comparación con las que escucharon voces masculinas.
Sin embargo, los científicos continúan siendo escépticos respecto a la efectividad de esta práctica. Aunque las vibraciones podrían tener algún efecto, muchos expertos afirman que el verdadero impacto en el crecimiento de una planta está en factores como la luz solar, el agua y los nutrientes del suelo. Para ellos, cualquier beneficio relacionado con hablarle a las plantas podría estar más vinculado al cuidado extra que las personas suelen brindarles cuando establecen un “vínculo” emocional con ellas, como regarlas más frecuentemente o prestar más atención a sus necesidades.
Entonces, ¿hablarle a las plantas funciona? Desde un punto de vista científico, no hay pruebas concluyentes que lo respalden al 100%. Sin embargo, si esta práctica inspira a las personas a cuidar mejor de sus plantas y a conectarse más con la naturaleza, tal vez el verdadero crecimiento está ocurriendo en nosotros, más que en el jardín.
