
En Chiapas, el trasiego ilegal de ganado proveniente de Centroamérica, sumado a la falta de liberación de moscas estériles, ha desatado un brote de gusano barrenador del ganado en municipios clave como Acacoyagua y Escuintla. Este parásito, que afecta principalmente al ganado, ha comenzado a manifestarse en humanos, con un primer caso registrado en una mujer de 77 años.
La mujer, que sufrió una caída y una herida en la cabeza, fue víctima de un ataque de la mosca que transmite los huevecillos del gusano. Tras presentar fiebre y una herida infectada, fue trasladada al Hospital Ciudad Salud de Tapachula, donde actualmente recibe tratamiento. Aunque este es el único caso confirmado en humanos, el temor en la comunidad es palpable debido a la desinformación que circula, lo que podría dificultar la detección y prevención de futuros contagios.
A pesar de que los ganaderos de Acacoyagua ya habían alertado sobre la llegada de la mosca, la falta de medidas preventivas por parte de las autoridades de Chiapas ha dejado a los productores vulnerables. En lugar de abordar la crisis, muchos ganaderos temen que sus ranchos sean cuarentenados si informan sobre los brotes, lo que ha generado un clima de silencio que complica aún más la situación.
Además de Acacoyagua y Escuintla, otros municipios como Ocosingo, Palenque y Salto de Agua también reportan casos de gusano barrenador, especialmente en áreas donde el tráfico ilegal de ganado es frecuente. La situación resalta la urgente necesidad de acciones más contundentes para frenar la propagación de este parásito y evitar que más personas y animales se vean afectados.
Con la falta de intervención eficaz y la creciente preocupación entre los ganaderos y la población en general, Chiapas enfrenta un desafío sanitario que podría extenderse si no se toman medidas inmediatas. La clave está en la información clara y precisa, así como en la colaboración entre autoridades y comunidades para frenar esta amenaza que, hasta ahora, sigue cobrando terreno.
