En estos días que he escrito diversas columnas sobre la situación económica, social y política del estado mexicano y por ende de los mexicanos, es devastador el estado en que no encontramos. Todo nos remonta a que los ciudadanos de a pie estamos cada día peor, la desesperanza y desconsuelo están presentes, no se observa cómo se pudiera salir adelante, lo mismo en el terreno económico, social o político. Todos los caminos nos llevan a lo mismo, la lucha por el poder está por encima de todo y de todos.
Si hablamos del campo, la respuesta es la misma: devastado, sin inversión y cada día menos productivo. Hace unos días escuche a un flamante funcionario estatal de primer nivel decir que para resolver el problema del sector cañero, se debe producir menos en los campos veracruzanos para que el azúcar pueda alcanzar mejores precios. Por otro lado los maestros, la reforma educativa, el gobierno federal y los sindicatos de maestros no han logrado permear ante la ciudadanía cuál es la situación real. Sigue la iniciativa hacendaria, donde otras cosas hablan de gravar con más impuestos a diferentes sectores. Además, está en el debate nacional la iniciativa de reforma a los energéticos que enviará el ejecutivo federal al Congreso de la Unión. Estas dos últimas iniciativas condicionado su análisis a la reforma político – electoral.
Al final o al principio nos preguntamos ¿y el pueblo?, a los ciudadanos comunes ¿quién los escucha?, hombres y mujeres que conforman este país, ¿dónde dejan su desesperanza?, lo que importa a los políticos tradicionales es el poder, finalmente su reflexión es: cuando haya elecciones, con una despensa o con mínimas dádivas se obtiene el voto de la mayoría para seguir en el poder.
En lo que cree un servidor es en el desarrollo y bien común de la ciudadanía, lo que menos debe importar es el partido que postula o en el poder, lo más importante cuando se está en el poder es servir al pueblo, se deben otorgar mejores servicios públicos, empleos bien remunerados, educación de calidad, salud pronta, expedita y al alcance de todos. En fin Funcionarios que funcionen y Servidores Públicos que sirvan, urge devolverle la H de honorable a los ayuntamientos, se deben transparentar los recursos públicos que son del pueblo, nadie está ni estará en contra de que las autoridades de cualquier nivel de gobierno y de los tres poderes ostenten ingresos bien remunerados, lo que sí demanda el pueblo es vivir con dignidad y decoro.
Es lamentable y preocupante que las autoridades actuales de los tres niveles de gobierno se distribuyan la riqueza entre unos cuantos. Para ser claro, actualmente del 100% de los recursos económicos que administran, el 70% se destinan al pago de burocracia, aviadores, sueldos estratosféricos, sobre sueldos, viáticos, pagos de celulares, rentas, hasta amantes. Tan solo el 30% se aplica sin ninguna planeación en el municipio, estado o federación, sumado a que de este 30% existen recompensas a quién se les asigna el servicio.
Es muy lamentable, lo que ocurre con los recursos del pueblo, si a todo ello le sumamos los desastres naturales, donde se aplican recursos económicos para los desvalidos o mejor dicho los más necesitados que año con año son los mismos, aquellos que padecen de casi todo, y en donde pasando la eventualidad o crisis no se actúa con prevención por parte del estado. Escuché que el Gobierno federal elaboraría los Atlas de Riesgos en todo el país; sin embargo, de estos ya famosos Atlas de Riesgo se ordenó su elaboración por parte del estado de Veracruz desde hace tres años, no obstante, hoy salen con la magnífica noticia de que se elaborarán y se pondrán al servicio de la ciudadanía. ¿Usted les cree?.
Pero bueno, debemos seguir confiando que cada día que pasa o administración que llega vendrán mejores vientos a favor de la ciudadanía. Por cierto, a partir del 5 de noviembre se instalan 50 nuevos diputados que conformarán el Congreso del Estado y a partir del 1º de enero asumirán su encargo en los 212 ayuntamientos las autoridades municipales que ostentarán el poder para servirle a su pueblo. En estos últimos recae la generación del bienestar y desarrollo de los pueblos, debemos confiar que las nuevas autoridades municipales estarán a la altura de su responsabilidad, recuerden futuros ediles, serán mandatarios del Poder Público, estarán bajo el escrutinio de la ciudadanía que es la que manda, démosle al pueblo lo que el pueblo se merece, mejores pueblos con desarrollo y bienestar, la guerra por el poder llegará y el pueblo no tiene la culpa de sus ambiciones; sin embargo, el pueblo es el que decide. ¿Usted qué Opina?
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