EINDHOVEN.- Dos acciones al borde del descanso, un gol de volea de Saúl Ñíguez y un penalti parado por el esloveno Jan Oblak al mexicano Andrés Guardado, domaron a un punzante PSV y provocaron un triunfo esforzado del Atlético de Madrid, en su estreno en la Champions League.
No sólo a nivel colectivo, sino también en lo individual, fue un mal día para los mexicanos que militan en el PSV Eindhoven.
El volante Andrés Guardado falló un penalti antes de la culminación del primer tiempo, mismo que hubiese cambiado la dinámica del encuentro.
Por su parte, Héctor Moreno vio el cartón amarillo al minuto 20 por reclamar al silbante. A pesar de la sanción, el sinaloense logró completar el encuentro, al igual que su compatriota, Andrés Guardado.
Una victoria más transcendente de lo que dicta este momento del torneo, la primera jornada, ya que es fuera de casa, porque el PSV es un rival exigente y porque tres puntos de principio en una fase que pone 18 en juego son ya al menos un cuarto de camino hacia los octavos de final de competencia continental.
Fueron minutos de zozobra defensiva, de los que el Atlético salió airoso, porque encontró el gol en el minuto 43, en una volea bonita y certera de Saúl Ñíguez, y porque el esloveno Jan Oblak irrumpió de forma decisiva al borde del descanso, para estirarse y repeler un penalti lanzado por el mexicano Guardado.