AGENCIA
Guerrero.- Este 16 de febrero, representantes de los principales grupos narcocriminales operantes en Chilpancingo, Guerrero, alcanzaron un acuerdo de paz mediante una llamada telefónica mediada por el padre Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello. Este acuerdo ha propiciado la vuelta a la normalidad de los servicios de transporte público en la ciudad.
La iniciativa de la reunión provino del líder de Los Tlacos, banda que junto con Los Ardillos encabeza las operaciones criminales en la capital guerrerense. Tras la mediación de Velázquez, ambas células delictivas acordaron respetar las zonas y plazas de negocio de sus contrincantes, estableciendo así un ambiente de paz.
Filiberto Velázquez informó a Milenio sobre este acontecimiento, destacando la comunicación iniciada por Los Tlacos para acercarse al líder de Los Ardillos, Celso Ortega. Esta comunicación facilitó un puente que permitió llegar a un acuerdo de no enfrentamiento entre ambas partes.
En cuanto a los detalles de la reunión, el obispo emérito de Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, reveló en una entrevista para MVS que el encuentro tuvo lugar en Chilpancingo. Participaron el líder de Los Tlacos, Celso Ortega Jiménez, y un delegado del líder de Los Ardillos, conocido como El Triny, alias Marquina Chapa.
Rangel Mendoza señaló que, de no ser por esta reunión y el acuerdo de paz, la situación podría haber derivado en un enfrentamiento con graves consecuencias para la población. La negociación permitió que el transporte público reanudara sus operaciones normalmente después de diez días de incertidumbre en relación con la paz y seguridad en la región.
Además, el obispo emérito afirmó haber pactado con grupos criminales, solicitando a estos que respeten a los candidatos en las elecciones, a cambio de que los políticos provean medicamentos y construyan escuelas en la sierra.
Filiberto Velázquez, tras explicar su papel en la mediación de las negociaciones entre grupos narcocriminales, expresó su esperanza de que este evento siente un precedente para futuras negociaciones entre células delictivas, incluyendo a la Familia Michoacana, siempre y cuando muestren la disposición de llegar a acuerdos pacíficos.
