Orizaba.- Los padres de familia cometen grave delito mediante las redes de explotación infantil que ejercen en sus hijos, al obligarlos a practicar la mendicidad y la venta de productos, afirmó el delegado en la zona de la Fundación de Niños Robados y Desaparecidos, Víctor Arturo Gutiérrez.
Mencionó que estas acciones se catalogan entre la trata de personas, “a pesar de que son su familia, porque de alguna manera los explotan laboralmente o en la mendicidad”.
Esto, en referencia a lo que la presidente del sistema municipal del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Orizaba, María de los Ángeles Pírez de Diez, informara que padres de familia provenientes de Ixhuatlancillo y La Perla son parte de un red organizada para obtener recursos económicos de sus hijos, por lo que enfatizó estar a favor de todo lo que se haga para resguardar la integridad de los menores.
Ante ello, lamentó que la situación sea parte de una cultura que se ha arrastrado desde hace tiempo, es decir, “las autoridades municipales de las zonas serranas están acostumbradas a ver esto, pero no logran distinguirlo como un delito y por ello no hacen nada al respecto, lo ven como trabajo en familia”.
Agregó: “Las autoridades lo deben considerar como un delito, sobre todo para la protección de los menores porque un niño de seis, siete, ocho o más años de edad no tiene porqué estar trabajando, entrar a las cantinas, andar en calles solitarias, los llaman a los autos y pueden ser víctimas de muchos abusos”.
Finalmente, manifestó que estos menores pueden no ser recuperados en caso de que se los lleven o bien que sean encontrados sin vida, incluso ser blanco de la delincuencia porque al ser enseñados desde pequeños a conseguir dinero fácil y sin trabajar, serán atraídos para cometer otras fechorías de mayor criminalidad.
