La Perla.- Desafortunadamente, este municipio es el único en toda la región de las Altas Montañas en el que se permite la tala inmoderada en las diferentes especies de árboles, por lo que se considera un foco rojo al que se debe poner especial cuidado, sobre todo porque la deforestación desaparece el agua en los manantiales.
“Nosotros nos acercamos a las comunidades, a los municipios, para darles a conocer nuestro mensaje que es el de conservar un bien común. Desafortunadamente no todos los municipios nos entienden, sí tenemos momentos de desencuentro, por ejemplo, en La Perla la tala se permite”, señaló el director del Parque Nacional Pico de Orizaba, Raúl Álvarez Oseguera.
Por lo anterior, considera que el fenómeno de la tala al impacto ambiental es grave, no sólo en el Parque Nacional sino en el municipio en general, y de continuar a este ritmo, dijo, lo más probable es que los habitantes tengan que emigrar a otras ciudades, debido a que se pone en riesgo el futuro de la naturaleza.
“Estamos hablando de alrededor de tres mil hectáreas en donde los árboles han sido cortados, pero el bosque regresa, si es que se lo permitimos. Sí tenemos un impacto inmediato sobre la calidad del agua, pero veo que no se le está dando tiempo al bosque de regresar, es decir, cortan los árboles estando todavía tiernos”, manifestó.
Asimismo, apuntó, ya se empiezan a ver los estragos de la tala, donde había ríos y cascadas se ha ido perdiendo el vital líquido, en la actualidad, sólo en temporada de lluvias se pueden apreciar en su máximo esplendor.
“Eso tiene que ver no sólo con la deforestación del Parque Nacional, sino con lo que se causa desde el puerto de Veracruz, porque los glaciares se están derritiendo no porque estemos talando los bosques del parque, sino por todo el cambio que hacemos en nuestro entorno. Esto no va a ser inmediato, vamos a tener una larga agonía”, concluyó.
Mariana Palacios
El Buen Tono