Washington.- Parece que todo lo que hubiera que decir o escribir del señor Trump ya está dicho o escrito: Que piensa que los mexicanos somos violadores o narcotraficantes, que pide prestado pelo de un lado para cubrir la calva, que va en segundo lugar en las encuestas para la candidatura republicana, que ya lo corrieron de Univision y de la NBC y de Macy’s y de Costa Rica y de…, que no se retracta, que ya lo hicieron piñata, que le dijo hipócrita a la Miss Universo, que lo defienden en la cadena de Fox News, que es un megalómano que pone apellido en cuanta cosa compra, que defiende el matrimonio tradicional, que ya va en su tercer matrimonio tradicional, que se cree experto en relaciones internacionales por que le vendió un departamento a un chino, etcétera, etcétera, etcétera.
Se hizo muy famoso con el programa de televisión The Apprentice en el que un grupo de jóvenes competía para ganarse un puesto de aprendiz en la organización Trump. Los jóvenes realizaban alguna actividad comercial y , al final de cada episodio uno de ellos era despedido. “¡You are fired!” (Estás despedido), es la frase que lo hizo famoso, es ironía pura el que ahora el despedido sea él, parece que a donde va escucha la frase You are fired. La ciudad de Nueva York lo despidió de todos sus contratos; Carlos Slim lo despidió de los proyectos que tenían juntos; la lista sigue… Trump debe soñar con el famoso ¡You are fired!.
Entre 1991 y 2005 Trump se declaró en quiebra cuatro veces. Las leyes de Estados Unidos le han permitido deshacerse de deudas multimillonarias en operaciones que si bien son legales, son moralmente cuestionables ya que han dejado a sus acreedores y empleados sin pagar mientras él resurge en nuevas apuestas multimillonarias en las que si gana, bien, y si pierde… nueva bancarrota. Los casinos en Estados Unidos son básicamente una fábrica de dinero para sus dueños, Trump tiene el raro honor de haber llevado un casino, el Taj Mahal en Atlantic City a la quiebra. La lista de fracasos rotundos incluye una línea aérea con su nombre, el vodka Trump que iba a hacer ‘T & T’ (Trump and Tonic) la bebida más popular en américa, dos divorcios y, por supuesto el pelo que no convence ni a su madre. Si se le pregunta a Forbes, la fortuna de Trump asciende a 4.1 mil millones de dólares, si se le pregunta a Trump el número sube a 8.7 mil millones.
Inspira chiste
Ante la insistencia de Trump de cuestionar el lugar de nacimiento del presidente Obama y hasta su educación universitaria, el comediante, Bill Maher, hizo un chiste en el que cuestionaba el origen de Trump, comparando la fotografía de Trump con la de un orangután de pelo rubio-rojizo muy alborotado, dijo algo así como, “no podemos estar seguros de que este orangután es el padre de Trump pero…”. En lugar de reírse del chiste, Trump decidió demandar a Maher, argumentando no ser hijo de ningún orangután, lo que permitió a Maher alargar el chiste y burlarse de él una y otra vez. Los comediantes lo ven como una fuente de inspiración. El grupo que encabeza Jon Stewart en su Daily Show simuló orgasmos de felicidad cuando Trump declaró su candidatura, y es que alguien como Trump en la contienda por la presidencia les va a proporcionar material para toda la temporada. Los comediantes siempre están de nuestro lado. Es necesario mencionar a Stephen Colbert, quien reemplazará a David Letterman en el famoso Late Night Show y quien testificó ante el Congreso sobre lo difícil que son las labores del campo después de pasarse un día recogiendo fruta con nuestros paisanos.
TIENE MIEDO
El señor Trump es un xenófobo. La xenofobia (del griego [xeno], «extranjero», y [fobia], «temor»), es el miedo, hostilidad, rechazo u odio al extranjero. Los griegos describieron perfectamente al grupo de gringos que ven en Trump al líder que los va a proteger. Tienen miedo. Tienen miedo de otra cultura, de otra gente. No les preocupa el que haya algunos mexicanos cosechando sus naranjas, les preocupa que seamos millones, que podamos llegar a ser mayoría y que cambiemos el famoso modo de vida americano. Tienen miedo cuando oyen conversaciones en un idioma que no entienden, tiene miedo cuando no pueden leer los anuncios espectaculares, tienen miedo de gente con color de piel diferente, tienen miedo hasta de su presidente Barack Obama. La insistencia idiotizada de Trump de que Obama nació en Kenia y no debe ser presidente sólo se entiende como un grito desesperado ¡No es uno de los nuestros!. Afortunadamente los seguidores de Trump son minoría vociferante muy importante en las elecciones primarias pero minoría a fin de cuentas.
La xenofobia americana no es un fenómeno nuevo. Les tenían miedo a los irlandeses y a los italianos quienes traían consigo no sólo una cultura diferente sino algo peor: una religión diferente. El catolicismo de estos inmigrantes era visto como un peligro para el protestantismo prevalente. El famoso NINA (No Irish Need to Apply), que negaba trabajo a los irlandeses o el juicio de los italianos Sacco y Vanzetti son parte de la historia negra de unos Estados Unidos que hoy piensa que la Pizza es un plato nacional y que celebra el día de San Patricio tiñendo la cerveza del verde irlandés.
Inicié este artículo agradeciendo al Señor Trump, por ser la fuente de inspiración de la gente que me hace reír, pero sobre todo por ayudarnos a lograr el sueño anhelado de una comunidad Latina unida, dispuesta a defender sus derechos en donde más cuenta, en las urnas. Gracias señor Trump.