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Gone Girl una nueva lección de cine de David Fincher

Superiberia

Gone Girl  ya se estrenó en México y hay dos excelentes razones para ir a verla al cine. La primera es su calificación de 9 en IMDB, ganada a pulso entre la crítica de manera previa a su estreno y a duras penas superada por monumentales títulos como El Padrino (9.2). La segunda razón es, por supuesto, su director. Cintas como Fight Club y Se7en taladran la mente y han dejado una marca indeleble en la cultura popular. Es imposible, por tanto, resistirse a la nueva cinta de David Fincher. 

Tras explorar algunas facetas distintas al thriller en películas como The Social Network y luego de dirigir y producir montones de episodios de House of Cards, Fincher vuelve a un terreno seguro en el que se desempeña de maravilla. Este no es el primer intento de regresar al género. Ya antes dirigió la adaptación estadounidense de la novela Los hombres que no amaban a las mujeres, esta vez bajo el título The Girl with the Dragon Tattoo. Aquella fue bien recibida en la temporada, pero frente a los logros anteriores del director, dejó mucho que desear.

 

Con Gone Girl, Fincher logra un merecido retorno a las salas y, aunque definitivamente no es un clásico de la talla de aquellas cintas, sí merece un lugar en el top 5 de sus mejores obras. La película, basada en la novela homónima de Gillian Flynn (una de esas chicas que llevarán cada uno de sus libros a la gran pantalla), logra un ritmo narrativo impresionante que da más giros de los esperados… y quizá más de los deseados. En eso, precisamente, radican tanto su fuerza como su debilidad.

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