Cuichapa.- El Primer Comandante de la Policía municipal de Cuichapa interpuso denuncia formal en el Ministerio Público en contra de elementos de la Marina, a quienes acusa de lesiones y privación de la libertad, al habérselo llevado en una unidad oficial de la Semar después de haber pasado una revisión de rutina en su comandancia.
Según la declaración de Juan Carlos Juárez Ixmatlahua, primer comandante de Cuichapa, los hechos se suscitaron el miércoles 24 de abril alrededor de las 18:00 horas, cuando a la comandancia arribaron las unidades de la Semar, cuyo oficial al mando indicó que realizarían la revisión del armamento que tenían; al terminar de pasar revista a las armas, salieron de la comandancia y le ordenaron abordar una de las unidades.
Posteriormente se lo llevaron a un sitio desconocido tapándole la cabeza con la camisa del uniforme, y lo comenzaron a golpear, interrogándole sobre grupos armados fuera de la ley que estuviera encubriendo y operando para ellos; alrededor de una hora lo tuvieron cautivo, siendo torturado para que diera nombres y señalara a dichas organizaciones clandestinas.
Al no obtener ninguna respuesta, los marinos lo dejaron en libertad cerca de la escuela Ignacio Zaragoza, no sin ser amenazado en que si apreciaba a su familia, no denunciara los hechos, según consta en la denuncia ministerial 111/2013 instruida en contra de elementos de la Armada por abuso de autoridad y delitos que resulten.
Los elementos castrenses le recalcaron que se abstuviera de interponer denuncia si no quería que su familia sufriera daño alguno, ya que tenían varias quejas que lo vinculaban con secuestros y levantones en el Ministerio Público Federal.
A pesar de las amenazas, el Comandante se atrevió a interponer la denuncia en contra de dichos efectivos, comentando que el día de los hechos se encontraba con 9 policías que tiene a su mando, siendo estos Guillermo Morán Camilo, Luis Evelio Xixihua Juárez, Gonzalo Silverio Xilmahua, Antonio Cabal López, Froilán Vázquez, Julio Álvarez Xico, entre otros.
Además de golpearlo, los oficiales castrenses le dijeron que la camioneta que tenía en su domicilio era robada y pertenecía a la delincuencia organizada, lo cual desmiente al decir que la unidad la compró con dinero de su aguinaldo y de la venta de unos marranos que tenía, además de un préstamo.
Aseveró que los Marinos no dejaban de golpearlo a pesar de las suplicas del comandante quien decía que había acabado de salir del hospital después de un infarto.
De la RedacciÛn
El Buen Tono
