Córdoba.- Agentes de Tránsito del Estado sometieron y golpearon al chofer de un autobús urbano, ayer al mediodía, cuando circulaba de la unidad habitacional Las Arboledas hacia el bulevar Córdoba-Peñuela, aparentemente en represión por haber desacatado ordenamientos de no efectuar ascenso de pasaje en zonas prohibidas.
No conformes con la agresión, los oficiales, apoyados por 2 patrullas de la corporación trasladaron al chofer a las instalaciones de la delegación, para infraccionarlo.
Este hecho causó repudio de vecinos del lugar, así como de los propios pasajeros que iban en el autobús manejado por el afectado, así como automovilistas, taxistas y ciclistas que pasaban por el lugar, y se quedaban observando lo que sucedía.
Los hechos se registraron alrededor de las 13:30 horas de ayer, cuando el conductor, de aproximadamente 25 años, manejaba un autobús marca Masa, color azul, número económico 15 de la línea Autobuses de Palotal (APA), el cual circulaba de la unidad habitacional Las Arboledas, y con dirección al Centro de la ciudad, con unos 15 pasajeros.
Fue a la altura de un salón de fiestas, ya próximo a incorporarse al bulevar Córdoba-Peñuela, donde fue alcanzado por agentes viales, que iban a bordo de la patrulla número TE-01-417, quienes le marcaron el alto al conductor, y una vez que se detuvo y bajó, fue sometido por los agentes, quienes lo sujetaron de los brazos y lo empezaron a golpear con los puños en los arcos costales.
De acuerdo con versiones de testigos, los agentes de Tránsito le reclamaron al chofer el haber levantado pasaje en una zona prohibida para eso, pero debido a que el conductor negó esos hechos y aparentemente insultó a uno de los elementos, éste lo encaró y le pegó.
Pasajeros de la unidad de pasaje, entre ellos un hombre de avanzada edad, bajaron del camión para reclamarle a los oficiales, exigiéndoles que dejaran de agredir al chofer, y que si tenían que sancionarlo, lo infraccionaran, pero que no le pegaran.
El hombre, amenazó con tomarles fotografías a los agentes viales, para ver si así dejaban al joven, pero en respuesta recibió amenazas de los agentes, para entonces ya apoyados por otra unidad, en la cual viajaba una mujer oficial.
Ya asediados por la mirada de vecinos, pasajeros, taxistas y hasta ciclistas, los uniformados subieron al chofer a una de las patrullas para ser trasladado a la base de la corporación, donde ya no se supo qué trato recibió de los oficiales, y tampoco se pudieron obtener informes de lo sucedido. Más tarde, una grúa llegó al lugar de los hechos para enganchar el autobús y trasladarlo a un corralón, aparentemente en garantía por las infracciones en las que incurrió el conductor.
De la RedacciÛn
El Buen Tono