Córdoba.- La implementación de un Plan de Austeridad Municipal, no quiere decir que las cosas hubieran estado mal, así lo señaló el alcalde Guillermo Rivas Díaz, a más de dos meses de haber tomado protesta, ante la salida de Portilla -el alcahuete de Lavín-.
El munícipe se negó a reconocer, que parte de sus acciones, como el recorte de personal -que siempre se ha negado a aceptar-, así como el recorte de diversos “apoyitos”, van a favor de una administración ordenada, muy lejana a la que encabezó su antecesor.
Rivas Díaz, insistió en negar que sus acciones tengan que ver o quieran decir que las cosas hayan estado mal, “yo creo que cada quien tiene su estilo de gobernar”, enfatizó.
El Buen Tono