Sandra González
EL BUEN TONO
ORIZABA.-El rescate de mil ranas y renacuajos en la laguna El Chirimoyo se convirtió en un enfrentamiento con la autoridad local, cuando la Policía Municipal detuvo las acciones de reubicación, calificándolas como un “robo al ayuntamiento” y amenazando con arrestar a los voluntarios, mientras las especies estaban muriendo y autoridades no hicieron nada para ayudarlas.
“No se puede ser indiferente ante esta situación de muerte”, por lo que los activistas ambientales, desafiando la orden, regresaron el sábado para enfrentarse nuevamente a la intervención policial, que incluyó intimidaciones, revisiones agresivas de vehículos y la exigencia de datos personales sin identificarse.
Desde la Coordinación de Ecología del ayuntamiento de Orizaba se mencionó que el rescate se reanudaría el lunes siguiente, dejando en evidencia la falta de consideración ante una situación urgente que no espera horarios laborales.
“Sí, la ley pide permiso para manipular, capturar, colectar ejemplares silvestres, pero se tarda como mínimo dos meses en emitirlo. ¿Las autoridades locales tienen la facultad de actuar en esos casos, o se pueden dedicar a bloquear iniciativas que siguen protocolos de seguridad para rescate y reubicación?”.
Entre rumores sobre las intenciones municipales para ese espacio, se dice que harán un evento de motocross, y se cuestiona por qué otras personas que ingresaron al área con una camioneta, no fueron tratadas con hostilidad.
El episodio les planteó al grupo de proanimalistas, interrogantes sobre la intención de las autoridades para actuar en situaciones de emergencia ambiental y el papel ciudadano en la protección de especies en peligro, frente a la burocracia de permisos que a menudo impide una acción inmediata.
