Cd. de México.- El cuarto hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, cree que la actitud agresiva de Donald Trump hacia su País se debe sólo a su forma de negociar y que su presencia en la Casa Blanca es incluso una oportunidad para México si mantiene “unidad” interna y saca provecho de sus virtudes.
En una rueda de prensa en la capital mexicana, tan esperada como poco frecuente, Slim habló durante una hora y media sobre la escalada de tensión entre México y EU, frente a una nube de periodistas que se agolparon en la sede de su casa de bolsa, Inbursa, ansiosos todos por tirarle de la lengua.
Tranquilo, pero firme, y a ratos jocoso, Slim dio así un paso adelante para liderar de forma simbólica el heterogéneo movimiento social de reacción a Trump que se respira en las calles, las casas y los trabajos de los mexicanos desde antes de que el republicano ganara la elección presidencial en noviembre pasado. Una corriente surgida por sus improperios contra los mexicanos —a los que llamó criminales y violadores— y que ha crecido esta semana tras empezar a cumplir el nuevo inquilino de la Casa Blanca sus promesas de campaña.
Slim apareció apenas un día después de que Peña Nieto suspendiera su reunión con Trump por la firma que este último estampó en un decreto para construir un muro en la frontera común que, encima, exige a México sufragar.
Según la revista Forbes, Slim ocupó el puesto número cuatro entre las fortunas del planeta en 2016, con 50 mil millones de dólares, mientras Trump aparecía mucho más abajo, en el lugar 324, con 4 mil 500 millones de dólares.
El empresario de origen libanés, dijo haber recibido “con un gran gusto” los gestos de “unidad nacional” en apoyo a la decisión de Enrique Peña Nieto, de no ir a Washington el día 31 de enero, como estaba previsto, para reunirse con el Presidente Trump.