La convivencia diaria de la burocracia que labora en los distintos niveles de Gobierno presenta características interesantes que invitan a la reflexión y el análisis, porque son precisamente el reflejo de los estilos de comportamiento y formas de conducta de los gobernantes a través de ademanes imitados por los jefes inmediatos superiores y que van siendo copiados desde las alturas hasta los sótanos.
Hay que señalar que los diversos y marcados matices del trato cotidiano son influenciados por la materia y la categoría del sector gubernamental. Por ejemplo, en la Secretaría de Relaciones Exteriores antes de que llegara a la Presidencia de la República Vicente Fox, a trivializar todo el quehacer público, con sus colaboradores improvisados, resultados de la miopía de Head hunters ( cazadores de talentos), al ámbito de la diplomacia se le conocía como la “cúpula dorada”, por el exquisito trato que se brindaba a todo aquel que tenía la suerte de colaborar en ese sector, donde por cierto, ya quedan menos diplomáticos de carrera pues los han relegado para dar paso a funcionarios( as) grosero( as) e inútiles que exigen pagos de facturas por oscuros servicios prestados; verbigracia las funcionarias del calderonismo premiadas por su colaboracionismo a la alternancia PAN-PRI como la ex procuradora Marisela Morales, hoy cónsul en Milan, Italia o la gris ex canciller Patricia Espinosa, disfrutando de la embajada de México en Alemania.
En la Secretaría de Gobernación (SEGOB) el titular, Miguel Ángel Osorio Chong, nombró al licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Derecho Constitucional y Amparo, Roberto Femat Ramírez, como nuevo director general de Comunicación Social en la dependencia. Femat era coordinador general de Comunicación Social de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), con experiencia en las áreas de prensa de la desaparecida Secretaría de la Reforma Agraria; CFE, SRE; CONASUPO; ISSSTE; la Cámara de Diputados y la Presidencia de la República.
En SEGOB se trabaja con mucha intensidad, pasión y altísima presión debido a los constantes y soterradas problemáticas nacionales que exigen una capacidad de respuesta eficaz y expedita. En el palacio de Cobian, ubicado entre Bucareli y Abraham González del DF, hay más castigos que reconocimientos porque cualquier equivocación en las decisiones políticas, o en alguna negociación tiene un altísimo costo a La Federación, por tanto el margen de error deberá ser mínimo.
Trabajar en la secretaría de Gobernación es bastante satisfactorio porque ahí está el corazón de la gobernanza. Diariamente se toma el pulso a la nación, se diagnostica y se interviene a tiempo para evitar cualquier conflicto que ponga en riesgo el Estado de Derecho, la gobernabilidad o la Seguridad Nacional, que son los paradigmas de un país libre y justo.
En Gobernación, el desempeño es dentro de una entidad monolítica, cuyo ejercicio primordial es el diálogo y la apertura, fluyendo como canales de información metodológica aplicada a todo tipo de asuntos neurálgicos, cotidianos o de coyuntura. Para ello se cuenta con una estructura organizacional que analiza diariamente el comportamiento de los medios de comunicación; se hace un exhaustivo mapeo e identificación de los movimientos y relaciones de los líderes, actores políticos y personajes clave de escenarios planteados como problemáticos o de la actividad de organizaciones involucradas en los sectores sociales, políticos, económicos y religiosos y, desde esta perspectiva se integra una agenda de riesgos y oportunidades para la toma de decisiones de los gobernantes. Básicamente, toda la tarea de Inteligencia.
La gobernación o el buen gobierno, no se ve, se siente, porque su labor está sustentada en la prevención y la seguridad a ultranza, es decir lo que podría suceder se contiene oportunamente para garantizar la paz y la tranquilidad social. Si prevalece la cerrazón, la apatía y la soberbia en la función de la gobernanza, los resultados son desastrosos.
En estos andares por la Capital de la República, hemos platicado con columnistas, comunicólogos, funcionarios públicos y políticos simpatizantes del PRI. Todos coinciden señalar la difícil situación económica de este Gobierno Federal depauperado, así como también lo están los estados de la República y los municipios atados de manos para la realización de obras y proyectos. Esa “hambre” de recursos económicos que sirvan para desplegar programas operativos, obliga al Ejecutivo Federal y al PRI a apostarle con todo a la modernización de Pemex y la reforma a sus estatutos que permita la inversión privada, así como a la derrama que arroje el incremento del IVA a alimentos y medicinas que decretarán en el futuro cercano…
Cuando se refieren al Estado de Veracruz, lo primero que comentan los observadores es lo bien que habla y argumenta la vocera de Gobierno Gina Domínguez, quien tiene – dicen- mucha facilidad de palabra cuando habla por la radio. (Esa cualidad también la presumía Elizabeth Morales cuando buscaba ser alcaldesa de Xalapa, tras ser diputada federal).
Lamentablemente el que no sale bien librado de las críticas es el gobernador, o sea el jefe de Gina. Al preguntársele a los interlocutores entrevistados, ¿por qué consideran que la coordinadora de comunicación social del gobierno de Veracruz merece reconocimiento, si su tarea es precisamente cuidar, proteger y no exponer la imagen del mandatario -porque, puede tener labia, pero eso no es suficiente para cumplir su función-? Enseguida rectifican su inicial apreciación y adicionan antecedentes curriculares que son un hándicap en su fama de hábil y exitosa empresaria.
El Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto, (así lo vemos hoy en SEGOB donde Osorio Chong, prefiere la seriedad y la experiencia de Femat) cuenta con un excelente coordinador de comunicación social, cuya función especifica es: promover la coordinación y colaboración con los medios de comunicación del país y del extranjero, además de coordinar la realización de programas o campañas específicas de comunicación social y las entrevistas y conferencias de prensa del Presidente. Como vemos, David López no anda dando declaraciones ni sesgando o imponiendo versiones apantalladoras con argumentos falaces que impresionan a los neófitos o “bien maiceados”.
David López Gutiérrez quien es Licenciado en Economía por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) con Estudios de Desarrollo Regional, por la Universidad de Alabama, fue Coordinador General de Comunicación Social del Estado de México y en el 2012; Coordinador de Comunicación Social en la campaña del Presidente Enrique Peña Nieto. Antes fue Director General de Comunicación Social de la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal; del Gobierno de Sinaloa; de la Secretaría de Gobernación y de la CFE. David es simpático, accesible, inteligente, relajado y un gran negociador. ¿Sí el responsable de la política interior del país Osorio Chong, cambió a Ricardo Ampudia por Roberto Femat porque así le conviene, ¿por qué no lo hace Javier Duarte de Ochoa en el estado de Veracruz para dar un paso Adelante?…