AGENCIA
EDOMEX.- En los primeros días de enero de 2025, la afluencia de migrantes en las vías de tren a la altura de Los Tiraderos, cerca de San Bartolito, en Huehuetoca, Estado de México, ha disminuido drásticamente en comparación con diciembre de 2024, según relatan vecinos del lugar. Durante el mes pasado, arribaban grupos de hasta 3 mil personas para abordar “La Bestia” rumbo al norte del país, pero actualmente son pocas las que llegan al sitio debido a los operativos de la Guardia Nacional.
En las nopaleras de la zona, a unos dos kilómetros del albergue San Juan Diego, se observan inscripciones en las pencas de nopal con nombres de migrantes como evidencia de su paso. Además, entre las vías y los alrededores hay ropa, calzado y restos de fogatas, testimonio del frío nocturno que alcanza temperaturas de entre tres y seis grados.
La Guardia Nacional ha intensificado las revisiones en el área, deteniendo a migrantes en el centro de Huehuetoca y en las inmediaciones de las vías. Jairo, un joven de 27 años que pretendía abordar el tren junto a su tío Nataniel, comentó que han optado por esperar la noche debido a los avisos de detenciones. “La migra mexicana o Guardia Nacional está deteniendo a la gente y deportándola”, señaló.
Los operativos se extienden hasta el museo del ferrocarrilero en el centro de Huehuetoca, donde diez elementos de la Guardia Nacional realizan inspecciones. Por la tarde, las camionetas recorren las vías y cerros cercanos en busca de migrantes.
Algunos migrantes, como Clarisa, una joven venezolana, han decidido quedarse en Huehuetoca, aunque enfrentan condiciones adversas, como el consumo de estupefacientes. Otros, como María Dora, de la tercera edad, encontraron en este lugar un hogar definitivo desde hace años, integrándose a la vida local.
El pasado 16 de diciembre de 2024, la Fiscalía detuvo a Carlos Mario “N”, líder colombiano, junto a otros nueve individuos acusados de tráfico de personas y falsificación de documentos. Esta red operaba desde la alcaldía Gustavo A. Madero en Ciudad de México, donde albergaban a migrantes antes de trasladarlos a Huehuetoca.
Ante el aumento de la vigilancia, las detenciones y la desconfianza en el albergue San Juan Diego, los migrantes enfrentan mayores dificultades para continuar su travesía. Algunos buscan rutas alternativas, mientras que otros prefieren establecerse en Huehuetoca, enfrentándose a nuevos desafíos en su intento de mejorar sus condiciones de vida.