Por: ALELUYA MORENO LORENCES OROPESA / columnista
frases de la película ‘Now you see me’ (Los Ilusionistas, 2013)
Lectores asiduos a la vez de felicitarnos por el buen tono de exponer los temas en Gatopardo Editorial, nos piden bajarle a los términos para mejor comprender qué hacer el próximo año ante el dilema de votar, o no votar; por quiénes hacerlo; si vale la pena elegir por los “menos malos”, o por quien oferta hacer lo contrario estando en el poder. Otros desean darle la oportunidad a quien promete ser el mejor administrador del Gobierno, encandilados por sus ofrecimientos de honestidad, sinceridad y fidelidad. Los dirigentes políticos coinciden en no tratarse de votar por el “menos peor”, sino por los empecinados en sacar del Gobierno al PRI derrotando la apatía electoral, para acabar con todos los males del País.
Olvidan su alternancia con el PAN durante la docena trágico/cómica de Vicente & Calderón: dejaron al País más endeudado, en interminable guerra interna prolongada contra el narcotráfico, inclusive, usada como pretexto para cometer crímenes ajenos al mundo de las drogas. Al final de la alternancia “panucha” en el Gobierno, la sociedad se distanció más de las urnas. Para el sistema social hegemónico representa una afrenta ser legal, pero de legitimidad cuestionada en todos los ámbitos de la Administración Pública: el grado de confianza en las autoridades mexicanas es negativo: el 90 por ciento de los mexicanos no confía en el Gabinete de Peña Nieto (Sin embargo, 11 de agosto de 1917).
Para explicar mejor las razones de la contradicción sistémica entre la legalidad y la ilegitimidad de los resultados del Instituto Nacional Electoral (INE), en esta entrega comparamos al proceso electoral con una clásica metáfora: las elecciones son “pan y circo errático”, del poder instaurado. Del corporativo INE se esperaban excelentes logros, pero, a diferencia de exitosos negocios dedicados al arte de engatusar en tiempo real a sus espectadores, ha sido incapaz de hacerlo con las habilidades exigidas por el Sistema Internacional Capitalista (SIN) en su fase de desarrollo neoliberal. De no lograr el aval de las multitudes exigido por sus propias reglas democráticas falseadas, el instrumento de control está próximo a descartarse. Y, así.
PRIMERA REGLA DE LA MAGIA: SIEMPRE DEBES SER EL MÁS LISTO DE LA SALA
La política electoral del Estado Mexicano es un juego de magia destinado al consumo de masas para convalidar su perfil estructural capitalista, revistiéndola de democracia participativa institucional renovada periódicamente para conservarse en el poder gubernamental a pesar de la explotación, la miseria, el descontento social y crasos errores de las gestiones, muchos de lesa humanidad.
México es un País capitalista que respeta y procura la libertad de inversión y a sus reglas se atiene. Las principales fuerzas económicas y políticas del País triunfantes desde la Revolución Mexicana de 1910-1917 aceptaron el programa de desarrollo capitalista norteamericano favorecedor de unos cuantos “a costillas” de las penurias de la mayoría; desde hace un siglo los regímenes presidenciales impulsan ese programa de desarrollo, inhumano. Por peculiaridades culturales históricas del pueblo mexicano, como son: atraso, rechazo a la modernidad, gusto por el paternalismo, pensamiento mágico, miedos, costumbres a la pasividad por temor a sufrir lo que otros atrevidos padecieron, facilita la aceptación entre el respetable de los programas preventivos del propio Estado destinados a evitar el escalamiento de conflictos, inyectando masivamente la pasividad psicológica del “ya ni modo, las cosas son así porque así deben ser, por gracia del Bendito”.
Como en toda magia, hay quien distrae al respetable para hacerlo caer en el garlito. Ante los malos resultados de la acción electoral, cuyo propósito principal es hacernos creer que en aras de la libertad decidimos quien nos gobierne periódicamente, los grupos gobernantes radicales pueden optar por implantar medidas punitivas dictatoriales directas. Por Ley, la figura presidencial federal es capaz de decretar lo contrario a las decisiones del Congreso y de la sociedad; de hecho, lo hace. Sólo que, dice la democracia capitalista, no deseamos ejercer así el poder, sino combinado mágicamente con la participación graduada de la población representada por un extracto de ella misma: regidores, síndicos, presidentes municipales, gobernadores, diputados, senadores y, la “fresa del coctel”, el Presidente Nacional, en su nombre decretan su cadalso.
-¿QUÉ ES LA MAGIA? SEGÚN NOSOTROS, NO ES MÁS QUE UN ENGAÑO PLANIFICADO
En ciencias sociales y del poder de Estado esa estrategia táctica del ejercicio del poder se conoce como “hegemonía”, o supremacía impuesta aceptada por la mayoría, de una u otra manera. Así como la hegemonía desea lograr sus propósitos de aceptación pasiva de parte de los oprimidos usando hábilmente elementos socioculturales, nuestro objetivo es aportar elementos históricos y presentes para que los lectores razonen su decisión de votar, o de no hacerlo, a sabiendas de que sujetos, comisiones e instituciones de Estado con vasta experiencia perversa profesional han trazado un plan de control político casi perfecto; lástima, no lo es, pues la aquilea evidencia de su fracaso aflora fácilmente comparando la escasa cantidad de votantes, el rechazo popular de todo lo oloroso a Gobierno, contrastando con sus cada día más exorbitantes presupuestos (para saber detalles consulta: “numeralia INE”, en línea).
Si el negocio del INE fuera nomás circular billete a fondo perdido, sería un genial comercio de Oportunidades Progresa, pues ha sacado a miles de la pobreza. Pero, lástima, no logra encandilar a la sociedad, y así signa su lápida: “inútil resultó”.Los pobres resultados les preocupan, porque si cada mexicano abstencionista es considerado un opositor al sistema impuesto y factor potencial de riesgo, entonces el 70 por ciento del padrón electoral se puede considerar como cantera de “extraños enemigos”. De allí que, a partir del ocho de septiembre próximo, el Estado preventivo, restringiendo la presencia mediática de políticos e incrementando en más de dos mil millones de pesos el reparo dinerario, busca poner “piso parejo” a todos los contendientes, aceptando de facto lo evidente: no importa quién gane el puesto, sino quién lo haga en “buena lid”, convenciendo de asistir a las urnas ya no al 30 por ciento de votantes cautivos, sino al contestatario 70 reactivo. Y, ¿por qué al centro de poder verdadero no le preocupa quien gane las elecciones, inclusive en temido “Peje”?, porque en México, político que no es “quinta columna”, es lelo.
-LO IMPORTANTE ES QUE NO HAY QUE MIRAR DE CERCA. HAY QUE MIRAR DE TAN LEJOS QUE SE PUEDA VER QUÉ PASÓ CIEN AÑOS ATRÁS
En un mundo polarizado, las protestas, cuestionamientos, alzamientos y guerras civiles e internacionales están a la orden del día y “a la vuelta de la esquina”. Ante este dilema, grupos empresariales amantes del conflicto prefieren la beligerancia a perder un grumo de sus privilegios (Donald Trump dixit), pero sus contrapartes reformistas saben que, aunque la conflagración es el principal de los negocios capitalistas, no deja de ser un medio para mejor controlar masas, viviendo de ellas al paso de los siglos. Por lo mismo, el Estado no desea tanto evitar la imprescindible lucha de clases resultado de las injustas relaciones capitalistas, sino contar con el aval de la mayoría social representada sin cuestionamiento en un Congreso cooptado y legalmente reconocido permitiéndose justificar, validar y emprender acciones punitivas contra sus enemigos internos y contra los inventados como enemigos necesarios.
Para conducir a la sociedad sin mayor problema “en un sistema de dominación la hegemonía implica que la clase dominante no se basa en la represión a los que protestan –aunque jamás prescinde de ella–; la dominación trata de lograr el consentimiento de los dominados y ser reconocida como depositaria del interés general” (Martínez Heredia, Fernando: revista.ecaminos.org).
Al tenor de la dependencia extranjera, el Estado nacional ha tejido una red jurídico- política profesional habilitada con recursos humanos y materiales en exceso, respaldados constitucionalmente por mediación del INE, guiada por la percepción de la democracia oficial a la mexicana establecida en la Carta Magna y en las leyes secundarias de la reforma electoral signada por Peña Nieto; indicadas sus condiciones, modos y tiempos, quien los asuma fielmente es considerado como un confiable nacional demócrata. Como las leyes y normas no “caen del cielo”, sujetos clave participan en su inicua elaboración, y, lo más ruin de los más cínicos es cuando se presentan como adalides del pueblo.
En ese escenario, los sujetos que juegan profesionalmente al poder no disponen entre sus justificaciones psicológicas de “-lo siento, no sabía”. Menos en México, donde hace apenas 50 años en ocasión de la represión magnicida del 68 con jóvenes contestatarios de entonces, hoy chochos sesentayocheros, fueron cooptados a cambio de no ser asesinados, desaparecidos o reprimidos e incorporándolos a las filas del programa de legalización socio/política de contestarios (comunistas, socialistas, guerrilleros, demócratas radicales) fueron anidados entre el proletariado, la clase media y la pequeña burguesía, ocupando cargos en escuelas, universidades, agrupaciones, oficinas de gobierno, partidos, fundaciones creadas para cachar, direccionar la revuelta popular e impedir su replique. O cuando suceda, apoyarse en ellos para enjuiciar a los radicales. Su creación y financiamiento estatal es necesaria para impulsar la etapa capitalista de neo / libre concurrencia con un mercado dominado por los monopolios que tienen a su disposición materias primas baratas, mano de obra domesticada, inversiones aseguradas, un mercado cautivo, activación del consumismo, mejor, pagadero a crédito y a largo plazo.
Al capitalista medio le interesa la paz social para que día a día, cada semana, o cada quincena, la paga recibida fluya en la compra de mercancías adquiridas al contado. Pero más le interesa que, gracias al consumismo, se adquieran bienes a crédito pagaderos a mediano y largo plazo; de esa manera, la gente trabajará a futuro para ellos. Siendo una especie de esclavismos moderno, el crédito de mejores resultados es el que nunca se paga, pues por lo menos existen dos modos de recuperar el dinero invertido: por la vía de sumarlo a los fondos estatales de garantía a la inversión financiada por la banca (Fobaproa, IPAB) y expropiar legalmente las prendas empeñadas por el consumidor, concentrando más la riqueza nacional en pocos propietarios.
-ACÉRQUENSE. MÁS. PORQUE CUANTO MÁS CREAN QUE VEN, MÁS FÁCIL
SERÁ EL ENGAÑO
A partir de la derrota de los programas agrarios y sociales de Zapata y Villa por las huestes Carrancistas aliadas al imperialismo norteamericano, la subordinación sistémica impuesta altera conceptos clave en el desarrollo del pensamiento y la sociedad, tales como: nación, soberanía, independencia, autonomía, libertad, justicia, democracia; crecimiento, oportunidad, perspectivas, estabilidad, identidad; elección de representantes, representatividad, liderazgo, legalidad y legitimidad. Los contenidos de la primera versión de la Constitución de 1917, resultan a menudo confusos o contrarios debido, precisamente, a la influencia de las tendencias y fuerzas en declive, así como de las triunfantes. Resabios programáticos de los derrotados tardarán el sexenio de Cárdenas (1934-1940) para borrar toda referencia al socialismo.
En este entorno histórico- internacional, los vaivenes de la política electoral y gubernamental mexicana entran a una especie de “triángulo de las Bermudas azteca” -por analogía geométrica: escenario de próximas mudas- que amenaza con desaparecer formalmente al prolongado régimen autoritario ideado desde 1928 por iniciativa de Plutarco Elías Calles y al partido integrado por representantes de masas rigurosamente seleccionados mediante organizaciones colaboracionistas (Ejército, CTM, CROC FNOP). Fundado el 4 de marzo de 1929 con el nombre de PNR, cambia a PRM el 30 de marzo de 1948. Aun ha de sufrir otro cambio de nomenclatura.
El 18 de enero de 1946, ya conocido como PRI (Partido Revolucionario Institucional) controlar al 100 por ciento los nombramientos de Gobierno decididos por la vía electoral. No obstante, pleitos entre los poderes regionales de la nación contra el poder presidencial central federalizado, así como los de estos contra el proletariado del campo y la ciudad en formación, serán la causa de efemérides vastas, de las cuales destacan la represión a los trabajadores ferrocarrileros, médicos y mineros. Así como la lucha militar contra movimientos armados clandestinos. La versión light del 68 enfatiza su componente estudiantil gracias al sacrificio del cual fue posible la apertura democrática del régimen. La versión histórica demuestra que a su lucha se sumaron obreros, campesinos y sectores de la emergente clase media y organizaciones clandestinas, implacablemente reprimidos.
CAPTADA TU ATENCIÓN, LA USARÉ EN TU CONTRA
Como todo negocio, la función electoral ha permitido a miles de mexicanos enriquecerse, pues aparte de disponer de recursos dinerarios bajados legalmente de Hacienda, el poder cotiza sus querencias debajo de cien mil máscaras, siendo algunas de las predilectas: el cabildeo, el manejo de influencias para facilitar negocios cedidos directamente o mediante arregladas licitaciones como la Obra Pública y la venta de insumos al Sector Salud, comunicaciones, transportes, libros de texto, servicios al Gobierno. Pero, sin dudas, la corona del parlamentarismo azteca, ha sido gozar del privilegio del fuero y, próximamente, de la venia Constitucional para reelegirse eternamente en los cargos públicos. Nuestro País destila periódicamente nuevos ricos entre los políticos de oficio, quienes estando en el poder no dudan en robar al pueblo, en su propio nombre: en el análisis del perfil socio /psicológicos de una decena de políticos perversos, centramos próximas entregas.
This history, will continue the next weekend: Año del 2018, jubileo de oportunistas cooptados en 68.