- Valga la comparación animal para entender parte de la táctica de control socio-político-cultural electoral aplicada por el Sistema y el Estado, a fin de conservar el poder.
- Directivos principales de los tres frentes han sido priistas, panistas o perredistas: a sí mismos se protegen con tal de preservar su posición de clase e intereses con fama de democráticos progresistas.
Aleluya Moreno Lorenses Oropesa
Columnista
Táctica militar preferida para poner fuera de combate al enemigo sin destruirlo. Consiste en atacarlo por todos sus lados separándolo de su retaguardia y ruta de escape, incluyendo el blofeo de aparecérsele diminuto para qué entre en confianza y se lance de frente.
El ataque aéreo preventivo o simultáneo por todos los flancos, completa al cuadro acompañado de réplicas hasta machacar huidizos sobrevivientes. Difícil es para lejos reponerse de la sorpresa sobreviviendo al terrible encaje, propio del escorpión, quien, además, con su poderosa presencia y penetrable mirada fija a su presa, pasmándola de miedo.
La Pinza en sociedad. Valga la comparación animal para entender parte de la táctica de control socio-político-cultural electoral aplicada por el Sistema y el Estado a fin de conservar el poder, así sea cambiando radicalmente todo aparentemente; mejor, dicen los humanistas populistas, sin romper vidrios ni disparar un sólo tiro.
Mediante el voto libre y secreto cada seis, cuatro o tres años, la jornada electoral activa la renovación de cuadros asignados a los miles de puestos de gobierno, en este año recambian 18 mil 299 cargos federales y locales, maquinando el ejercicio democrático consignado en la Constitución Mexicana, inclusive en lo económico.
¿Desea Usted hacerse de una franquicia redituable? Aplíquese con sus adláteres operando los artículos 39, 40 y 41 de la Carta Magna: aparte de una cuota de poder gubernamental obtendrá canonjías económicas sin más riesgos que los propiciados por su falta de experiencia, o, acciones contrariadas de enemigos sectarios. De alto riesgo, el negocio rinde maravillas. No pocos se hacen millonarios en una camada electiva.
Prerrogativas de Ley. Para el presente año electoral, inicialmente se autorizaron 16 mil doscientos ochenta y cinco millones de pesos. A medio año, el presupuesto aumentó a 24 mil doscientos quince millones. Sumando montos estatales, la cifra llega a 45 mil 620 millones de pesos (La Jornada, 26.05.18).
Considerándose la suma de dineros mal habidos, así lavados, sale caro el improductivo embuste democrático, sin omitir que es causa inflacionaria tanto recurso dinerario inyectado a un mercado insolvente, tanto como o más que los twetts del esquizoide Trump.
La generosa bolsa incita la operación clandestina de la feria electoral, manejando medios y contingentes controlados para ganar lo más que pueda cada poquitero. Se dice qué de 10 mil pesos dispuestos por cada voto, se están pagando de entre 5 mil a 100 pesos, a quien comprometa su querencia. En medio de esta farsa:
Estas elecciones ya las ganó el Sistema. Ofrecen los candidatos a presidente nacional que -llegando al poder y con la fuerza de su personal ejemplo han de erradicar la pobreza, la inseguridad, el desempleo, las injusticias, la violencia de género, la deuda externa y la dependencia estructural de los Estados Unidos.
Los más cínicos enarbolan la corrupción como origen de la miseria provocada por la mafia del poder, proponiendo medidas megalómanas populistas para superarla, como son enaltecer liderazgos históricos, su amor a México, revalorando a lo mejor de los héroes que nos dieron Patria; incluyendo imágenes divinas, como son Lupita la morenita y el sagrado corazón de Jesús; mandando de facto las instituciones laicas, al diablo.
Propaganda evocadora de gente esperanzada, ilusionada, alegre por el acontecer cívico patrio ornamenta discursos vacíos de contenido, sostenidos por frases pomposas, falaces, demagógicas. Lo que sea vale para encantar a la ingenua presa, mientras se orquesta su ataque sorpresa.
Más pesa el dinero, que la convicción ideática. Siendo un ejercicio legal, resulta inhumano el asesinato de cien participantes en lo que va del ciclo electoral, más cientos amenazados y miles en mirillas. ¿Por qué?
El juego elector protege al Sistema, pero no asegura la integridad de los grupos de poder, ni de cada sujeto.
Por ello, incentivar y/o inhibir el voto, promover el de castigo, pagar por él mueve un mercado clandestino de miles de millones de pesos entorno de una mercancía intangible: la falsa democracia, que, cualquiera desea intermediar; pues bién manejada no deja rasgos riesgosos futuros.
El Estado, ha sido protegido. Otros sólo desean administrar eficientemente al gobierno austero, procurando institucionalizar la sociedad con instrumentos combinatorios de todas las fuerzas políticas existentes, colaborando en paridad sin afectar las causas estructurales de las diferencias.
El Pacto por México, acuerdos de civilidad y buenas prácticas, los frentes electorales y el futuro gobierno de coalición cumplimentan sus deseos al punto de subordinar la mejor propuesta del sujeto político al programa de desarrollo nacional ya integrado.
Matices dividen –y unifican- a los candidatos. Siendo preciso su cariz ideológico, ninguno de los candidatos atenta contra el carácter de clase del Estado, ni contra las relaciones de propiedad y producción constituidas, tampoco por tratar la operación democrática como mercancía, en tanto sus posiciones demócratas tecnócratas, reformistas, sean ajenas a posturas revolucionarias antagónicas.
Este es el éxito de la presente campaña: alejados de los extremos radicalizados, todos juegan al centro del espectro.
Directivos principales de los tres frentes han sido priistas, panistas o perredistas: así mismos se protegen con tal de preservar su posición de clase e intereses con fama de democráticos progresistas.
Con todas las medallitas en la cartera. ¿De qué dependen sus últimos movimientos del escorpión y con cuál de sus extremidades ha de cegar la presa?
De las pulsaciones y mediciones de las expresiones de la masa, medidas por empresas e instituciones encuestadoras de opinión -en realidad de Gobernación y el CISEN- que así se han hecho reality show del escenario y modos de opinar/participar. Así que, sin revoluciones extremistas ni revueltas en lontananza, sin cabeza integracionista:
¡Al diablo con las instituciones y partidos de Estado! Este arroz ya se coció desde mucho antes del día festivo.
No abona el triunfalismo a favor del puntero, pues caro le resulta preservarlo acosado por tanto lastre deseoso de sumarse tardíamente al banquete. Además, ha de costarle recalentarlo el primero de julio, sin garantía real de triunfo, pues éste no depende de los votantes, sino de quienes cuentan los votos.
Perdido el factor sorpresa de la Pinza, y, con los principales cargos ya repartidos entre antiguos miembros de la mafia de poder, el ataque final del escorpión sobre su pasmada presa es decisión del Patrón, no del insolente sirviente.
Sólo en cabeza de novatos cabe el sueño de elecciones mexicanas, decididas por el parecer de masas activadas por líderes oportunistas.
De irredentos e inconformes. La única oportunidad de AMLO en su tercer turno al bat, con dos strickes en su cuenta, sería que entre hoy y el 30 de junio se desatará una revuelta nacional incontrolable, que obligará el Estado Mayor a utilizarlo para desinflarlo, mediante sus prédicas ornamentales, incluidos sus deseos de finiquitar al Estado laico confesional, aderezado por la ultraderecha del PES; y, si pudiera, con la bendición del Papa.
Como esto no se mira ni en su forma elemental de huevos empollados, el fallo final depende únicamente del incuestionable poder financiero urgido de imponer el modelo socialdemócrata de tesitura teutona, pues ya no le funcionan ni el modelo nacionalista protector, ni el neoliberal a ultranza, para continuar haciendo negocios solventes a pesar de la enorme carga de la deuda nacional: 11 mil billones de pesos.
En el peor de los casos. Sentar en la silla presidencial a ya sabes quién es piel de oveja, tampoco es para temblar frente al último movimiento del fatídico escorpión, pues en su vientre anidan quinta columnas profesionalizados: próximos senadores, diputados, presidentes municipales, gobernadores y cabildos.
Con su control graduado será fácil poner en manos del Bronco y su tierna madrecita a quien ose pasar de cuidar su carterita, a mocharse con las Bolsas de Inversión, las del Banco de México, Finanzas y Hacienda.
