Aleluya Moreno Lorenses Oropesa
Columnista
Atascado el País entre el ranking de primer mundo que nunca alcanzaremos y, la pobreza generalizada resultado del desarrollo desigual y combinado de la sociedad capitalista, la vida nacional se debate en medio de chismes, diferencias momentáneas e irreconciliables intereses de rivales beligerantes y sus pandillas de operadores, peleándose por el control del mercado interno e internacional, así como del aparato de Estado y gobierno administrador de sus negocios.
Con tanto interés cruzado, México es una especie de pantano formado por poderosas ínsulas oligarcas financieras agraciadas macroeconómicamente, rodeadas de charcos miserables cruzadas por corrientes proletarizadas de la desbancada burguesía nacional, la pequeña burguesía y la clase media.
En ese contexto, huele a caño sucio tanto verbo televisivo difundido por expertos políticos, politólogos y comunicadores especializados en el arte del control de masas, la demagogia, el fraude, la deshonestidad, la ilegitimidad, la traición, el acomodo oportunista del engaño perverso para sostener en el poder de Estado, a quienes lo detentan desde hace un siglo.
Legalizado a costas de reprimir, comprar, pervertir, anular, desterrar todo viso de oposición verdadera, el Establo de Augías, insoportable aun para sus creadores, reclama más un cambio de modelo político económico, que de mascaritas.
Legal, pero ilegítimo para la mayoría de los mexicanos. Dos lecturas y variaciones sin cuenta, desprende la realidad nacional: la del 1% de la población favorecida, y, la de quienes por esa causa viven en penuria.
La desigualdad se sintetiza en 10.88 billones de pesos de deuda pública, en permanente aumento debido a nuevos préstamos, gran parte de los cuales se destina al pago anual de medio billón de pesos por intereses de la deuda.
Para completar el gasto corriente, obliga la pesada yunta hacendaria a quitarle de sus ingresos al trabajo cada vez más impuestos directos e indirectos mediante el IVA, el sobre-precio de la gasolina, del gas, los aceites; el pago de refrendos de prediales, el cambio de placas automotrices, la revisión vehicular, el sostenimiento de gastos escolares que ya no son cubiertos por la SEP; el pago de servicios médicos privatizados.
Mercado controlado/migajas mendigadas. Para no perder mercado, los productores y comercializadores bajan los precios de sus productos y servicios, reduciendo el precio de la fuerza de trabajo, quitándole prestaciones y seguridad social; relegados de los grandes negocios, abaten su porcentaje de ganancias, hasta verse obligados a liquidar sus empresas.
Apoyados en sus miedos, políticos aviesos les venden la mentira de ser la corrupción, la causa de sus desgracias, encausándolos para caer en la trumpa del proteccionismo retrógrada, como gran solución de sus pesares.
¿En ese contexto, importa quién se siente en la silla presidencial mexicana? No, pues ninguno de los candidatos al primer encargo, propone transformar de raíz las cosas. Sólo dosifican calmantes placebos.
Los idearios, principios y programas partidistas apiñados en tres frentes electorales, nomás ofrecen reformas secundarias, como acabar con la corrupción, ejerciendo el poder gubernamental con austeridad.
Desde posturas liberales nacionalistas, neoliberales o socialdemócratas, impulsadas por agrupaciones light inconsistentes, no tienen más futuro que encabezar huestes favorecidas, aspirantes crédulos y cándidos encantados con ofrecimientos de campaña, que han de olvidar pronto.
Reaccionarios nacionalistas. El populismo nacionalista liberal de AMLO, suma la furia contenida por tanta corruptela, crímenes y raterías, se dice, para acabar con ello. ¡Como si uno de los jadeos del sistema en crisis, fuera causa de su mal y de su curación mágica de manos de un caudillo megalómano!
Demócratas cristianos ilusos. Sin oportunidad de liderar la tendencia, Margarita Calde-rón y el cuaco bronco juegan a la contra de sus bases originarias, pues éste siempre fue priista y panista aquella.
Seguramente, cuando los tiempos sean de ofrecer votos para ganar posiciones, volverán a su redil.
Demócratas neoliberales. La dirigencia del PRI, habrá de plegarse a las decisiones estratégicas de Bush & Clinton aturdidos, pasajeramente, por el “Coup d’État” de los capitalistas conservadores, supremacistas, fascistas radicales, representados por Donald Trump. La pelea inter-burguesa da rienda suelta a la creencia populista que los asocian las posiciones afines del Peje.
Craso error: la tragedia de Trump en el Capitolio, no se repetirá ni como comedia en la controlada vida política nacional, en sus cámaras de representantes, gubernaturas y presidencias municipales.
Anulados los extremos: todos se reducen al centro. A setenta días de depositar en voto, y, haciendo caso omiso de las estadísticas manipuladas tanto como de las fintas del primer round de hoy, lo cierto es que aún no se muestran las jugadas maestras del sistema para manipular la voluntad indómita de las masas y los deseos impulsivos de las huestes de los candidatos para ungir a quien asegure la continuidad de su programa de desarrollo.
Siendo imposible el retorno a la sociedad medioeval cerrada, ha de ganar quien mejor encante a las masas, facilitando la continuidad del programa transexenal heredado por el Gobierno saliente.
Cambio pendiente de Formación Socio-Económica. Controlado en affaire Trump, nuestro destino sigue atado al dominio estructurado del capital financiero.
Como el neoliberalismo, tampoco puede imponer sus condiciones a contrarios tan poderosos -o más- que él, agotado, no le queda más que dar paso a la socialdemocracia internacional del siglo XXI, en el ámbito nacional y mundial.
En contra del noqueado capitalismo yanqui/israelí, chinos, rusos y alemanes pertrechados de poderío tecnológico digital, imponen la repartición virtual del Mundo, coaccionados mutuamente por activos nucleares ofensivos/defensivos instantáneos tan devastadores, que, quien dispare primero, se suicida en 4 minutos instantáneos de guerra termo-nuclear.
En esos términos, ¿cuál es la alternativa objetiva de continuidad presidencial mexica? Los bufidos del Bronco han pasado de moda. La pureza política de Margarita destilada en efluvios de su etílico esposo, no atrapa más incautos que su cofradía retrógrada panucha. Miade no pudo contrariar la mancha delictiva priista. Tan desesperado está, que espera milagros de Antorcha y del fracasado Ríos Piter. Las diferencias de Slim y Obrador, no solamente resultan de vanaglorias de quien aún no gana la elección presidencial y ya anda repartiendo el queso, sino de los grupos locales de poder que ahora le acompañan.
Así que tómese la protesta de Slim, más que por dudas licitadas sobre el negocio aeroportuario, como medida preventiva para bloquear a Romo, Yeidckol y compañía antes de que se les ocurra husmear contratas y concesiones de rondas petroleras, mineras, aguas, reservas forestales cedidas a compañías extranjeras, nacionales, muchas de ellas capitaneadas por políticos en activo y asociadas.
Sin omitir, que las fanfarronadas de Obrador sean fantasías de quien sólo desea sumar más votos para lograr, además del primer cargo, mayoría en las Cámaras de Senadores y diputados federales, estatales y municipales para pasar a la Histeria como un émulo de Juárez, Madero y Flores Magón, administrando populacheramente la crisis del capital.
El escenario menos deseado: el Tigre de Andrés. Del choque de trenes entre la maquinita neoliberal/socialdemócrata y la nacionalista liberal morena, hay un dislate indeseado: que masas desencantadas por no haberse respetado el triunfo de su gallo, sean lanzadas a la revuelta enardecida en contra del fraude anunciado; siendo presa fácil del fuego a discreción de grupos especializados en la ciencia de hacer de la guerra dosificada, política encausada.
El escenario deseado por la transición pautada. El 2% del Cuaco, el 5% de Margarita y el 19% de Miade, más el 27% Anaya suman el 53% de votos a favor de éste, superiores al 47% de votos intencionados de Obrador; más votos inducidos digitalmente: ¡el primero de julio próximo habbemus presidente socialdemócrata!, mandando finalmente a La Chingada, junto con el dueño de rincón tabasqueño, al modelo nacionalista populista y al modelo neoliberal.
