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GATOPARDO: ASÍ NOS

Superiberia

Aleluya Moreno Lorenses Oropesa
Columnista

  • ¿Qué hacer con tanta miserable riqueza? La dispar realidad económica es causa de la cotidiana pobreza: los métodos de la macroeconomía tejida a favor de pocos pulverizan las posibilidades de desarrollo deseable de la sociedad fraccionada política y culturalmente en ínsulas a menudo radicalmente opuestas, donde cada uno de nosotros asume un rol impuesto difícilmente eludible.

El sistema. La vida Nacional se debate entre sucesos cotidianos intencionados, casuales, accidentales y planes de desarrollo estratégico impuestos por el poder constituido férreamente desde hace un siglo, y, en especial, a partir de 1968/70, cuando el agotamiento del modelo desarrollista nacional benefactor fue desbancado por el neoliberalismo.
El modelo cambia. Siendo ambos modelos del Capitalismo Monopolista de Estado, su problema principal es la gordura financiera acumulada por el 1% de la población mundial, reitera OXFAM, a costillas de la explotación, miseria, sometimiento, sojuzgamiento y subordinación del resto de la Humanidad.
¿Qué hacer con tanta miserable riqueza? La dispar realidad económica es causa de la cotidiana pobreza: los métodos de la macroeconomía tejida a favor de pocos pulverizan las posibilidades de desarrollo deseable de la sociedad fraccionada política y culturalmente en ínsulas a menudo radicalmente opuestas, donde cada uno de nosotros asume un rol impuesto difícilmente eludible.
A pesar de invocaciones sensibles individuales como son impeler a deseos todopoderosos, valores y sentimientos profundos elementales, –“has el bien, sin mirar a quien”-, el encono sistemático augura la continuidad de la violencia, represión y muerte como métodos de inhibición de inconformes.
Babel, new. Luchas caseras de todo tipo, azuzadas y/o legítimas nos marcan sin poder evitarlo, a pesar de disponer de excelentes recursos científico-técnicos libertarios, como son grandes medios de producción, distribución, comunicación y consumo de satisfactores intelectuales y materiales; pero inaccesibles para la mayoría de la gente, por falta de dinero.
El hecho de ser un conglomerado de 7 mil millones de seres reflexivos, pensantes, sensibles, la mayoría nacida inteligente, divididos en 195 nacionalidades, donde se hablan 6,912 lenguas distintas con enfoques diferentes sobre los motivos de la existencia, complica acuerdos entorno del modelo de sociedad deseable para la raza humana.
Si, además, se dice, “cada cabeza es un mundo”, pobre Universo, pobre planeta, pobre ciudad y pobres de cada uno de nosotros, atenidos a ser conducidos por organizaciones y sujetos con poder para torcer las cosas tan sólo para ganarse una lana; manipulando la opinión ajena sin importar que obstruyan razones elementales, como el derecho a la vida y al trabajo digno.


Consuelo de tontos. Para aligerar las contradicciones entre tantas y diversas posiciones, al poderoso le conviene consolarnos con recetas emocionales egocéntricas, místicas, derrotistas y catastróficas, del tipo: “Él, proveerá”. Ten fe: si con este no se pudo, el próximo será el bueno. “Nada se puede hacer, pues siempre ha sido así”. O, lo peor: “si cambiamos de presidente, el partido y el régimen mejoran”, pues el sistema nunca falla.
Resultados imperfectos del régimen en turno son causados por deficiencias personales, tolerantes, como puede ser robar al erario. Pero, por ejemplo, intolerantes se debe ser con los 43 chamacos que por andar vacilando se metieron en tierras de “nunca jamás”, como fue el caso de los 3 cineastas, y, de tantos más.
Hechos y dichos. La Historia registra sus avances enfocados por principios reconocibles como revolucionarios, democráticos, conservadores, o, reaccionarios. Quienes optan por una u otra alternativa se reconocen como socialistas, comunistas, revolucionarios institucionales, revolucionarios democráticos, democráticos liberales, regeneradores, activistas, socialdemócratas, neoliberales, realistas, libre-pensadores, conservadores a ultranza, nacionalistas.
Sobran los bienintencionados navegando sin ton, ni son. Peor resulta el método tecnocrático alienado promovido mediante los extraordinarios medios técnicos digitalizados, como son la robótica y comunicación instantánea, que han hecho de la conciencia un flan democratizado, en vez de un conglomerado cohesionado.


La vida pende de un loco twitteando. En medio del carnaval ideático, parece imposible ponernos de acuerdo hasta para participar en procesos de simples mejoras democrática de régimen, que en nada cambian al Estado, ni al Sistema.
Por lo visto y leído de los cinco candidatos aspirantes a la próxima presidencia nacional mexicana, ninguno de ellos se proponen un programa revolucionario; tampoco enarbolan banderas declaradamente fascistas, pues siendo así el alma del Imperio, no es propio reconocerlo en público.
El mal ejemplo se replica arriba y abajo. Donald Trump ejemplifica a quienes para llegar al cargo gubernamental proponen un plan nacionalista conservador, reaccionario y supremacista en contra de la sociedad global, de cuyos planes económicos fue excluido.
Así pasa con Romo, Yeickol y a los amigos de Esteban Moctezuma, representantes de los capitalistas tipo Canacintra y Pymes excluidos de la gran contrata de Estado, capaces de proponer bestiarios como Cuauhtémoc Blanco para gobernador de Morelos, con tal de atrapar votos.
Obvio, al subsidiado capital neoliberal, todo lo que huela a proteccionismo nacionalista, le apesta por populista, conservador y reaccionario.
El Estado Global no es quimera, ni juguete de Jepeto. Pavoneándose ya sabes quién como próximo gobernante azteca, omite aclararnos a cuentas de qué logró el tempranero cocimiento de su arroz.
¿De tigres encadenados?, ¿de haberse desdentado?, ¿cocinándolo en pulpos de su morena tinta? ¿Por la promesa de administración gubernamental barata a cargo de buenos sirvientes, administradores honestos, probos y sinceros, como Barbosa, Bartlett, Germán Martínez, y, adláteres etcéteras?
Dedos de la misma rechazada mano. La quinteta baila y canta al son de la democracia liberal signada en la Carta Magna reformada 2014/2018 para darle continuidad al Plan Nacional de Desarrollo garante legal de la inversión financiera, sin importar quién gane las elecciones venideras.
Para ensoñar a las masas, el ultraje nacional impone su distanciamiento con el sistema socio-económico que los procreó, sin lograrlo. La escasa asistencia a urnas quiebra sus planes de sustitución consentida de representantes gubernamentales. En el proceso electoral del 2015, solo votó el 40% del electorado.
Así, la Historia cobra tanta afrenta amacizando entre la gente el rechazo anti-sistémico, que, cada vez apunta más a develar su origen perverso centrado en las conveniencias oligarcas.
El Estado infla egocentrismos distractores. Por ello, ocultando sus vínculos de clase, propaga las virtudes morales, honestas, tolerantes, condescendientes, o, contrariadas de todos los candidatos en campaña rasgándose vestiduras a favor de los pobres.
Paga encuestas amañadas a empresas coludidas, que, más que identificar tendencias entre parentelas maquinadas, borra del ascendente colectivo un principio clave en el comportamiento de las comunidades: la conciencia no sólo es cosa de los pensamientos, implica congruentes hechos colectivos.
La conciencia es organización de clase. Así, no extraña que la morena regenerada de hace doce años fundada por populacho, activistas e intelectuales alienados, en nada se parezca a la morena del 18 dosificada por Gobernación con unto de tanta rata infiltrada en un partido de desechos resentidos, dispuestos a ejecutar sin chistar el papel indicado, a costas de sacrificar sueños infantiles, si algún día los tuvieron.
Usted es el culpable. Pew Research remarca la impopularidad de Peña Nieto entre el 93% de los mexicanos, quien solo goza de los favores del 6% de sirvientes del 1% oligarca.
Para quien acepta hacerse responsable constitucional de la debacle social propiciada por tanto abuso, el costo pagado le asiste, pues el siete por ciento lo integran los favorecidos por las reformas neoliberales: los patrones del Consejo Mexicano de Negocios, del Consejo Coordinador Empresarial y del Citibanamex.
Cambio de piel. En esta ocasión y para proteger la continuidad del Sistema, más que por la renovación de la mascarita presidencial, el Estado va por el cambio de un modelo de desarrollo socio-económico obsoleto, fofo y rechoncho, neoliberal, a uno ligero de tesitura humanista cosmopolita.
A diferencia de tendencias nacionalistas apoyadas en caudillos populistas, la socialdemocracia cristiana de inspiración teutona, encomienda la administración gubernamental a eficientes y baratos administradores incluyentes, destinando los ahorros a favor de la continuidad de los grandes negocios del capital financiero, así sean en medio de conflictos; tantos de ellos, auto-provocados.

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