Para nuestros mayores, la “botica” y el “cajón de sastre” eran lo más parecido a una cajas de sorpresas. Había de todo. El propio refranero popular recoge la expresión “de todo, como en botica”, porque el típico boticario solía mezclar sales y brebajes —de todo— de donde salían remedios disque milagrosos.
Y viene a cuento porque el equipo de trabajo del jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, puede ser motejado como el típico “gabinete botica”, ya que no se trata necesariamente de los mejores, pero sí están todos o casi todos los grupos y los partidos que tienen algo que ver y que decir en el Distrito Federal, incluidos el PAN y el PRI.
Sin embargo, no se puede negar que entre los grupos favorecidos y los excluidos, algunos resultaron más iguales que otros. O, si se quiere, algunos fueron bien tratados y otros resultaron apaleados, literalmente.
Entre los últimos, los apaleados, aparece el equipo de la dupla Bejarano-Padierna, a cuya fuerza tribal sólo les tocó la Secretaría de Desarrollo Rural —literalmente los mandaron al cerro—, en la persona de Hegel Cortés Miranda, también servidor público en la gestión de Marcelo Ebrard, y cuyo historial no es precisamente el mejor. La misma suerte corrieron Los Chuchos, a los que apenas y les tocó la Secretaría de Trabajo, luego que esperaban una de mayor envergadura.
Contrastan los “palos” a Bejaranos y a Los Chuchos, con “la joya de la corona” regalada a Andrés Manuel López Obrador. Y es que resulta que Mancera entregó a AMLO la poderosa Secretaría de Desarrollo Social —fuente de influencia política y de poder económico— nada menos que en la persona de Rosa Icela Rodríguez, una ex periodista que ha seguido a AMLO desde los tiempos del grosero montaje de pozos petroleros en Tabasco.
Pero además, López Obrador también resultó agraciado con la no menos poderosa Secretaría de Turismo, que fue entregada a un amigo y financista de AMLO, el señor Miguel Torruco, también vinculado con el juguete lopezobradorista conocido como #YoSoy132. Y claro, otro “premio” fue la promesa de crear la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que sería encargada al doctor René Drucker, ferviente fanático de AMLO.
De igual manera llama la atención que la influyente Secretaría de Educación, fue entregada al grupo de los “sesentayocheros”. Es decir, a Mara Nadiezhda Robles, esposa de Salvador Martínez Della Rocca (El Pino), estrechamente vinculado con los temas de educación en todos los gobiernos capitalinos del PRD, y quien condujo el diálogo en la fallida UACM que continúa en paro. ¿Y eso qué quiere decir? Que la chabacana universidad de AMLO continuará igual o peor.
No pocos observadores ubican como posiciones vinculadas a grupos del PAN y del PRI —respectivamente— al secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivski, y al asesor Guillermo Orozco Loreto, priista, restaurantero —igual que la familia de Mancera— y amigo del nuevo jefe de gobierno.
Sin dudas que la gran sorpresa es la designación de Cuauhtémoc Cárdenas como Coordinador de Asuntos Internacionales del Distrito Federal. Se trata de un reconocimiento, una deferencia al fundador del PRD, al que se le encomienda la imagen de la ciudad de México en el mundo. Acaso, el mejor nombramiento.
Y el gran ganador se llama Marcelo Ebrard. ¿Por qué? Casi nada, porque deja a no pocos de los suyos en el gobierno de Mancera. Dicen los que saben que están, entre muchos otros, Héctor Serrano Cortés; el titular de Salud, Armando Ahued Ortega; el secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida; y el consejero jurídico, José Ramón Amieva, entre otros. Además de Elías Miguel Moreno Brizuela. ¿Y cuál es el mensaje de un “gabinete botica”? Dicen que de unidad. Pero otros aseguran que es una apuesta a la parálisis. Al tiempo.
EN EL CAMINO
En la Cámara de Diputados es feroz la pelea por la presidencia de la mesa directiva, en sustitución de Jesús Murillo. Dicen que la disputa está entre el diputado “cura” y el diputado “diesel”. O sea, entre el guanajuatense Francisco Arroyo y el nuevoleonés Héctor Gutiérrez. Todo apunta al primero, a pesar de lo que “dice él…” Por cierto, luego de la protesta de Miguel Mancera como jefe de gobierno del DF, el representante presidencial y titular de Gobernación, Miguel Osorio, fue invitado a saludar a los senadores del PRI, en su casa. Y sí, Emilio Gamboa y sus pares departieron con Osorio, como en los buenos tiempos… Dos joyas del GDF están por entregarse. Reclusorios y la Central de Abasto. Minas de verdad, no chistes.
