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Reino Unido.- La comunidad animalista y científica lamenta profundamente el fallecimiento de Roxie, un bebé panda rojo de apenas tres meses de edad que murió el pasado 5 de noviembre en el zoológico de Edimburgo. Según expertos de la Real Sociedad Zoológica de Escocia, la causa de la muerte fue una crisis de estrés provocada por el ruido ensordecedor de los fuegos artificiales durante la celebración de la “Noche de las Hogueras” en el Reino Unido.
Roxie, quien se había convertido en un símbolo de ternura y esperanza para los visitantes del zoológico, sucumbió al estrés extremo, lo que derivó en que se ahogara con su propio vómito. Este trágico desenlace ha generado indignación y debate sobre el impacto de los juegos pirotécnicos en la fauna, particularmente en animales vulnerables y sensibles al ruido.
La muerte de Roxie ocurre pocos días después del fallecimiento de su madre, Ginger, quien dejó a la cría bajo el cuidado exclusivo del personal del zoológico. Pese a los esfuerzos por garantizar su bienestar, la detonación de los fuegos artificiales resultó fatal para el pequeño panda, que aún se encontraba en una etapa crítica de desarrollo.
El caso de Roxie pone nuevamente en el centro de la discusión la necesidad de regular el uso de pirotecnia, especialmente en zonas cercanas a reservas y zoológicos. Grupos conservacionistas han exigido medidas urgentes para evitar tragedias similares en el futuro y proteger a los animales de los efectos devastadores de estas celebraciones humanas.