CDMX.- En los albores del Siglo XX, Porfirio Díaz había invitado a México a la Moisant International Aviators de Nueva York -escuela norteamericana que preparaba pilotos profesionalmente y que realizaba giras de promoción- para realizar varias demostraciones aéreas con la finalidad de adquirir algunas aeronaves marca Bleriot para el servicio del Ejército, sin que esto se lograra concretar debido a su renuncia.
Sin embargo, a pesar de esto y debido al gran éxito logrado, la Moisant planeó una segunda visita a nuestro País, que inició el 16 de noviembre en el campo aéreo de Balbuena, trayendo consigo ocho aeronaves y presentando por vez primera a dos mujeres aviatrices: Matilde Moisant y Harriet Quimby.
Durante estas exhibiciones, concretamente el día 30 de noviembre, el Presidente Madero asistió al campo de Balbuena para presenciar el vuelo de las aeronaves, allí fue invitado por el piloto Geroge M. Dyot, de origen inglés, a realizar un sobrevuelo a bordo de su avión, un monoplano Deperdussin de dos plazas y 80 caballos de potencia.
Con un vuelo que duró escasos 12 minutos, el presidente Francisco I. Madero se convirtió en el primer Jefe de Estado en el mundo en viajar a bordo de un avión, justo a un mes de haber tomado el cargo al culminar la Revolución Mexicana, el 30 de noviembre de 1911.