París.- Este martes, el Gobierno francés reforzó el dispositivo de seguridad desplegado en el país para prevenir ataques como los registrados en los últimos días en Nantes, Dijon y Joué-lès-Tours, uno de ellos con posible
motivación islamista.
“No hay relación entre ellos, pero sí una concomitancia que justifica una gran vigilancia”, declaró el presidente François Hollande.
La alerta desatada por esos sucesos llevó al Ejecutivo a celebrar una reunión ministerial, con los representantes de Justicia, Defensa, Interior y Asuntos Sociales, así como de la Policía Nacional y la Gendarmería.
El Gobierno, entre otros puntos, decidió sumar entre 200 y 300 agentes en las próximas horas a los 780 que integran las patrullas militares del plan antiterrorista Vigipirate.
Del encuentro también salió la decisión de dirigir de forma prioritaria las patrullas de la Policía y de la Gendarmería a las zonas muy frecuentadas, como los centros comerciales y urbanos, las estaciones y redes de transporte; además de que agentes
trabajarán en solitario.
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