Francia inició este sábado una nueva fase de restricciones, con la ampliación del toque de queda en todo el país, para intentar evitar el agravamiento de la pandemia que se está produciendo en buena parte de Europa.
Desde las seis de la tarde, dos horas antes que hasta ahora, los franceses deberán estar en casa salvo que justifiquen motivos laborales, sanitarios o de cuidado de una persona dependiente, entre otros.