Juan López
el buen tono
Xoxocotla.- La administración de la alcaldesa, Celsa Rosales Carvajal, enfrenta una crisis sin precedentes a un año y cuatro meses de concluir su mandato.
La creciente desaprobación de los pobladores revela un gobierno que incumplió con sus promesas, pero que también es incapaz de abordar los problemas más urgentes del municipio de manera adecuada.
Críticas en su contra se centran en la desconexión que tienen con las necesidades de la comunidad.
De acuerdo con los lugareños a la funcionaria la ven más frecuentemente en eventos sociales y fiestas, que en el cumplimiento de sus responsabilidades oficiales.
“En un reciente incidente durante un evento que se llevó a cabo en una cancha, familiares de la alcaldesa protagonizaron un violento altercado con un joven”, aseguraron residentes inconformes de Tlilcalco.
Floja
Los quejosos añadieron que su holgazanería se refleja en el estado deplorable de la infraestructura municipal.
Los caminos Xoxocotla-Canoas-Cuxtepec se encuentran en un estado crítico, mientras la funcionaria se ausenta con frecuencia en viajes a Veracruz, Tehuacán y Puebla, utiliza para ello camionetas oficiales, lo que significa un desvío de recursos.
La falta de prioridades y la gestión desorganizada se hicieron evidentes en la reciente colocación inadecuada de topes en las calles, que sólo sirven para retrasar el tráfico.
Rateros
Los altos sueldos en las cuentas públicas de 2022 y 2023, junto con acusaciones de nepotismo y corrupción, contribuyen a la percepción de una administración plagada de irregularidades.
Ante esta situación, los ciudadanos exigen una auditoría para esclarecer las irregularidades.
En tanto, la alcaldesa está más enfocada en preparar su salida, llevarse todo lo que pueda, que en resolver problemas.
