AGENCIA
Nacional.- La producción alimentaria en México está en riesgo debido a la sequía prolongada que afecta al 75.96 por ciento (%) del territorio nacional. Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), hasta mayo de este año se registraron 45 mil 387.93 hectáreas de cultivos siniestradas en estados como Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, Nuevo León y Tabasco. Sin embargo, expertos del sector agrícola cuestionan estas cifras, argumentando que en estados como Veracruz y Aguascalientes, la dependencia no reporta daños a pesar de las evidencias presentadas por los productores.
Los cultivos más afectados son el trigo, maíz grano, frijol, sorgo, café, cártamo, tomate verde, avena y papa. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que, hasta el 31 de mayo, la sequía moderada a excepcional cubría casi el 76% del territorio mexicano. La Sader reportó que los cultivos siniestrados se distribuyen principalmente en Michoacán (21 mil 707 hectáreas), Oaxaca (6 mil 983), Sinaloa (6 mil 221), Tamaulipas (4 mil 696), Jalisco (2 mil 238), Nuevo León (mil 727) y Tabasco (mil 266).
Los datos específicos de cultivos afectados son alarmantes:
Trigo: 23 mil 667 hectáreas
Maíz grano: 7 mil 471 hectáreas
Frijol: 5 mil 142 hectáreas
Sorgo: 4 mil 348 hectáreas
Café: mil 900 hectáreas
Cártamo: 777 hectáreas
Tomate verde: 404 hectáreas
Avena forrajera: 362 hectáreas
Papa: 329 hectáreas
Chile verde: 265 hectáreas
Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, anunció que se impulsarán medidas junto con la iniciativa privada para reducir el consumo de agua y fomentar cultivos más resilientes a sequías y plagas, utilizando menos fertilizantes e insumos en general. Sin embargo, expertos del sector agrícola, como Juan Pablo Rojas Pérez, presidente del Comité Directivo de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), critican la capacidad operativa de la Sader para registrar el nivel de afectación en el campo.
Rojas Pérez señaló que la Sader ha estado manejando números sin un criterio claro y que la falta de una estructura operativa eficiente ha llevado a una subestimación de los daños por sequía y otras enfermedades en los cultivos. “El campo mexicano y la población que se dedica a la producción de alimentos viven una situación crítica debido a la falta de inversión pública, lo que desincentiva la inversión privada,” afirmó.
La falta de políticas públicas para apoyar al campo mexicano en los últimos seis años ha llevado a una escasez y encarecimiento de la canasta básica y productos como el cilantro y la cebolla. Rojas Pérez destacó que las remesas enviadas por connacionales en Estados Unidos han sido cruciales para mantener vivo al campo mexicano, permitiendo a las familias continuar con las actividades agropecuarias.
Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, advirtió que las secuelas del cambio climático, como las sequías y temperaturas extremas, serán más pronunciadas en el futuro, impactando severamente la producción agrícola. Estrada Porrúa explicó que se espera una reducción en la producción agrícola hacia finales de siglo debido a los cambios en las variables climáticas, lo que podría intensificar la dependencia agroalimentaria y aumentar la exposición a cambios en los precios internacionales.
La situación actual del campo mexicano subraya la urgencia de implementar políticas efectivas y apoyo a los agricultores para mitigar los efectos de la sequía y garantizar la estabilidad alimentaria en el país.