Córdoba.- En los últimos dos meses, el sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ha rescatado a cuatro infantes por omisión de cuidados, y dos más que han sufrido maltratos por parte de sus propios padres. Los menores se encuentran actualmente en el albergue Casa Merced.
“Ayer nos avisaron de dos casos de niños que no reciben las atenciones necesarias por parte de sus papás. Los dejan diariamente sin comer, por lo que nos vimos en la necesidad de trasladarlos al albergue”, afirmó la directora del DIF, Ana María Zepahua Lazos.
La violencia ejercida contra niños y adultos mayores se ha convertido en un foco rojo para el municipio. Sólo el año pasado, Casa Merced recibió a más de 33 infantes víctimas de violencia física y psicológica. Cuatro de ellos fueron canalizados para darlos en adopción.
Liliana Mina V., psicóloga de la localidad, atiende mensualmente tres casos de niños que sufren abusos físicos y psicológicos por parte de sus padres (ninguno relacionado con abuso sexual). Según la psicóloga, los patrones en la mayoría de los casos se repiten. Se trata de maltratadores que provienen de hogares violentos en los que han visto maltratar y en los que han sido maltratados.
Aunque existen diferentes formas de clasificar a un maltratador en general, se trata de personas que no logran aceptar su error, culpando a los demás por lo que sucede. “Los maltratadores trasladan habitualmente la agresividad que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres o hijos. No sólo son golpes, sino también palabras humillantes o insultos”, explicó Mina.
La especialista considera una prioridad que los gobiernos municipales aborden el tema con el interés que merece. Retirar a los niños del núcleo familiar no significa que el agresor cambie su modo de vida, afirma, “siempre queda la posibilidad de procrear más hijos o volcarse en contra de la mujer”.
En el caso de los niños, deben recibir terapias constantes para evitar que los padrones de violencia continúen.
Yessica MartÌnez
El Buen Tono
