Orizaba.- Saqueado por 80 años, el Pico de Orizaba en su zona boscosa se ha convertido actualmente en un foco rojo por la intensa deforestación que alcanza tan sólo este año las 300 hectáreas entre la tala ilegal y la permitida, que ha terminado con especies animales y flora en general,
responsabilidad de las autoridades que se hacen de la “vista gorda” sin importar la pérdida de glaciares y un incremento del 0.5 en grados por el cambio climático.
A estas acciones negativas se le suma actualmente el recorte presupuestal de la Secretaría de Hacienda, que afecta a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), confió el biólogo Graciano Illescas Téllez, miembro del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas (CIMA).
“El estado de Veracruz es el primer lugar en biodiversidad a nivel nacional y la región de las Altas Montañas es la primera en el estado, pero estamos enfrentando grandes focos rojos sobre todo en La Perla y en zonas muy cercanas al Pico de Orizaba donde la deforestación va avanzada, tan sólo en este año se contabilizan 190 hectáreas por la tala ilegal y 110 de la quema de bosques, además del robo hormiga de madera”, lamentó el biólogo.
Además, confió que “es preocupante que se haya recortado el presupuesto federal por lo más delgado y es que la Conanp despidió a 300 trabajadores del programa de resguardo natural nacional, que daban servicio en la defensa de los bosques veracruzanos”, aunque reconoció que eso no permitirá que paren el trabajo aunque ahora será con menos personal.
El biólogo reconoció que de 177 áreas naturales protegidas, que abarcan 25 millones de hectáreas del país, Veracruz contaba con 15 zonas de alto valor bionatural, sólo le quedan cinco entre las que se enlistan: El Parque Arrecifal Veracruzano, la zona protegida de Los Tuxtlas, el Cofre de Perote, Cañón de Río Blanco y el Pico de Orizaba, mismo que está en gran riesgo”.
“Mire, con sólo unos meses de que el Ejército entró al Parque no hubo necesidad ni siquiera de hacer operativos, ni de andar en los municipios con reportes. La tala clandestina se redujo en un 100 por ciento, sin embargo, una vez que se retiraron comenzaron las afectaciones y a ojos vistos se vuelve a dar la deforestación en todo el Pico, el Ejército pudo haber desestimado la petición que nunca tuvo un carácter oficial y en cuestión de horas la gente que se dedica a la tala ilegal regresó”, expuso.
Sin embargo, en contraparte, las familias de municipios como Coscomatepec y parte de La Perla requieren de este tipo de acciones, debido a que por años han vivido de la tala clandestina, aunque esto responde a usos y costumbres de comunidades como Potrero, Cuyachapa, El Aserradero, San Miguel Chinela y Tetelcingo, lo cual es un secreto a voces.
En tanto, entre las especies con mayor peligro de extinción están: El pinus pátula, mejor conocido como ocote colorado, seguido por encino Laurel, que es de consumo humano, pero que su alta comercialización ha provocado este tipo de problemas y es que su desaparición se debe a la falta de nuevas siembras.
En Aserradero un radio de 120 hectáreas está totalmente deforestado, por lo que en coordinación con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se realiza la siembra de mil 100 plantas por hectárea.
“Pedimos a la Dirección General de la Conafor que ponga especial atención, porque hace dos años se regresaron 13 mil millones de pesos por no ser ejercidos cuando hay un problema severo en materia ambiental, se debe apoyar a los campesinos para buscar nuevas opciones laborales, lo que permitiría conservar la paz social entre los pobladores que se dedican a la tala ilegal y es que hay registro de enfrentamientos por esa situación”, expuso.
Finalmente, hizo el llamado a la Conafor y a la Profepa para que regrese el Ejército Mexicano a la zona alta del Pico de Orizaba, para volver a erradicar el problema de la tala clandestina que ha provocado un sinfín de pérdidas ecológicas, sobre todo por la ingobernabilidad que existe en las instituciones que causan la grave deforestación.
“Esperamos que el año que viene sea mejor para el problema grave que enfrentamos, le damos un voto de confianza al nuevo delegado federal de la Semarnat para que puedan atender y programar la reforestación en el Parque Nacional”, culminó.