Zongolica.- Con paternalismo que genera dependencia, a través de programas federales, pocas fuentes de empleo y falta de infraestructura o servicios básicos, la Sierra de Zongolica vive sumida en la pobreza, que según algunos entrevistados, conviene mantener así, pues representa un botín político.
En el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, observado desde 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para promover mayor conciencia sobre las necesidades y erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países, las cifras no son halagadoras.
“La gente de Atitla vive con 35 pesos al día, que ganan de vender follaje, las carencias son muchas, en un lugar donde la mayoría son senectos, apenas la cuarta parte de los 80 habitantes son menores, mientras más de la mitad son ancianos. Es difícil llegar a este pequeño sitio, uno de los más pobres de Zongolica”, comenta Israel Rodríguez, agente municipal de la congregación Totolacatla, zona a donde pertenece este ranchito.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) entre 2012 y 2014, la pobreza en México aumentó de 53.3 millones a 55.3 millones de personas, de un total de 119.9 millones de habitantes en la República Mexicana.
En cifras locales, marcadas en el Informe de Pobreza y Evaluación en el Estado de Veracruz, la zona serrana tiene el deshonroso primer lugar en la Entidad, al encabezar municipios con mayor índice de pobreza, con 97 por ciento de la población de Mixtla de Altamirano, seguido de otro territorio cercano, el de Tehuipango con 94.7 por ciento de su población, que contrastan con Orizaba, que es el de menos personas en esta situación a nivel estatal, con sólo 19.8 por ciento y Rio Blanco, tercer lugar en la Entidad en este sentido, con 32.8 por ciento.
“Pobreza siempre ha existido, es tarea de todos, especialmente del Gobierno disminuirla; nosotros como iglesias cristianas tenemos que llevar despensas y ropa a gente de zonas marginadas, porque es mucha la necesidad. Se requiere apoyo de todos, nuestra gente vende sus productos y no se apoya comprándoles, por ejemplo.
Causamos nosotros mismos esta situación y podemos cooperar para disminuirla. Ha bajado un poco la carencia de recursos, pero se ha inducido al paternalismo sin crear fuentes de empleo y capacitación para el trabajo, debemos enseñarle a los pobladores a ser trabajadores y emprendedores”, advierte José Juan Bautista Olivera, secretario de la Alianza de Pastores Emanuel, de la Sierra de Zongolica.
En este contexto emerge Mixtla de Altamirano, con 43 localidades, 66.3 kilómetros cuadrados de superficie, 11 mil 646 habitantes, de los cuales 9 mil 330 hablan lengua indígena náhuatl y con una tasa de analfabetismo del 49.3 por ciento. Este lugar está ubicado en el cuarto sitio nacional, con el 97 por ciento de su población en pobreza y el cuarto lugar nacional también en pobreza extrema, con el 80.7 por ciento. Ante estos números fríos, no es raro que de las 2 mil 908 viviendas, el 33 por ciento tenga piso de tierra, el 0.2 por ciento tenga computadora y sólo el 0.1 por ciento tenga servicio de Internet, pues su actividad se centra principalmente en la siembra de maíz, frijol y café, según la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi.
“Obra social sí hay, pero la gente depende de los programas. Los ciudadanos no quieren sobresalir, argumentan que no es necesario estudiar o prepararse si siempre van a trabajar en el campo.