La Fiscalía General de la República (FGR) ha tomado oficialmente posesión del rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, el cual operaba como un centro de reclutamiento y entrenamiento de un grupo del crimen organizado. Este sitio estaba bajo el control de José Gregorio ‘N’, alias El Lastra o Comandante Lastra, líder de una célula criminal.
El fiscal Alejandro Gertz Manero informó que la captura de El Lastra permitió a la FGR obtener un caso federal y abrir una carpeta de investigación en su contra por delincuencia organizada. “Con motivo de una acción fundamental, el Ejército y la Secretaría de Seguridad lograron detener a El Lastra, y en un plazo perentorio abrimos la investigación, logramos que el juez dictara formal prisión y ya se encuentra en una cárcel de máxima seguridad”, declaró el fiscal durante la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Inspección y hallazgos en el rancho Izaguirre
Tras la toma de posesión del predio, peritos de la FGR se encuentran inspeccionando el lugar. “La madrugada de hoy, el Ministerio Público, la policía y peritos tomamos posesión del sitio. Está bajo resguardo de autoridades federales, y los peritos están determinando la realidad de lo que hay ahí”, explicó Gertz Manero.
Entre los hallazgos iniciales se encontraron diversas prendas de vestir, zapatos y documentos, que podrían aportar pruebas clave para la investigación. La Fiscalía de Jalisco, que había asegurado el lugar desde septiembre de 2024, tendrá que entregar toda la evidencia en su poder a la FGR y concluir los procesos periciales que ya había iniciado.
El reclutamiento forzado y el entrenamiento en el rancho Izaguirre
José Gregorio ‘N’, El Lastra, quien fue detenido en la Ciudad de México, era el encargado de este centro de adiestramiento clandestino. De acuerdo con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, El Lastra utilizaba redes sociales para atraer víctimas con ofertas de empleo falsas. Los citaba en terminales de autobuses y luego los trasladaba al rancho Izaguirre, donde eran retenidos contra su voluntad y obligados a entrenarse para actividades del crimen organizado.
Una vez en el rancho, a los reclutados, principalmente jóvenes, les quitaban sus pertenencias, los uniformaban con botas tácticas y los incomunicaban. Durante un mes, recibían entrenamiento en el uso de armas de fuego y acondicionamiento físico. Posteriormente, eran enviados a distintos estados para fortalecer las operaciones de la organización criminal.
Restos humanos y testimonios clave
En el rancho se encontraron evidencias que podrían confirmar la presencia de restos humanos, aunque la FGR aún está en proceso de verificación. Gertz Manero indicó que El Lastra declaró ante los primeros respondientes que en el lugar se asesinaba y torturaba a quienes se resistían al reclutamiento o intentaban escapar. No obstante, sus declaraciones aún no han sido presentadas formalmente ante un juez.
La FGR ha reiterado su compromiso de hacer públicos los avances de la investigación y garantizar que los responsables enfrenten la justicia. Con la detención de El Lastra y la toma de posesión del rancho Izaguirre, se marca un golpe significativo contra las operaciones del crimen organizado en Jalisco.
