AGENCIA
COAHUILA.- La Fiscalía General de Estado de Coahuila abrió una carpeta de investigación por las torturas que derivaron en la muerte de un ejemplar de oso negro en el municipio de Castaños. El Gobernador del Estado, dio a conocer que condenará los hechos, cuyas imágenes fueron difundidas en redes sociales y en las que se puede ver a los pobladores torturar hasta matar a un oso negro de cuatro meses de edad, que abría bajado a la localidad en busca de agua.
Usuarios de las redes sociales se percataron y reclamaron que los hechos ocurrieron frente a elementos de la Policía Municipal, quienes al igual que los pobladores aparecen riendo en las fotografías, mientras que el animal era sometido y torturado.
El Gobernador reprobó “enérgicamente las indignantes acciones de quienes participaron en el maltrato y muerte” del animal; señaló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Procuraduría de Protección al Ambiente de Coahuila (Propaec) están a cargo de las investigaciones. Sin embargo, adelantó que la Fiscalía, realiza su propia investigación “y actuará para castigar a los responsables de maltrato animal”, ya que atentar contra un animal en peligro de extinción es atendido por la autoridad federal.
Por otra parte, el activista Arturo Islas exigió una pronta sanción a “policías estatales y a los inadaptados” que amarraron, palearon, jalaron y asfixiaron con cuerdas al oso.
Exigimos justicia, porque ya se hizo en Querétaro con Thanos y Tango, ¡también se puede en Coahuila! No puede quedar impune la muerte de un oso bebé, que además están en peligro de extinción. ¡Que los responsables paguen!
El siguiente juicio de esa naturaleza, debe de ser a los policías de ese lugar llamado, Coahuila, pues solo se reían de la desgracia del oso.
¿Cómo nos podemos regodear del dolor de un animal? Torturar a un cachorro de oso ante la indiferencia total de las autoridades, qué falta de humanidad, qué falta de todo.
Veo el juicio en Querétaro, recupero la ilusión hacia México, pero veo lo sucedido en Coahuila, con el oso negro de cuatro meses, y vuelvo a la realidad: somos un triste país bananero.
El oso es de los tres últimos grandes carnívoros de la zona y su estado actual es amenazado. Uno ya extinto (c. lupus baileyi) y el Puma. Esos seres “humanos” merecen todo el peso de la ley.
El bebé oso de cuatro meses solo había bajado a tomar agua, castigo para los policías omisos.
