Texas.- Durante su último día de actividades en El Paso, Texas, la caravana de los 43 cuestionaron al denominado Plan Mérida, que otorga fondos norteamericanos a México y Centroamérica para luchar contra el
crimen organizado.
“Estados Unidos manda las armas a México para combatir el narcotráfico, pero son utilizadas por la policía para reprimir a la población”, consideraron familiares de algunos de los normalistas que desaparecieron a finales de septiembre de 2014 tras realizar una protesta en Iguala.
En su camino hacia Nueva York y Washington –donde piensan presentar su denuncia ante instancias internacionales—, la caravana de deudos de los estudiantes participaron el martes en un foro con estudiantes y maestros de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
Ahí rindieron el testimonio de los abusos que dicen padecieron por parte de las fuerzas policiacas en Guerrero, las cuales utilizan armas financiadas con fondos de la Iniciativa Mérida, aprobada por el Congreso norteamericano en 2008, durante las administraciones de George W. Bush en Estados Unidos y de Felipe Calderón
en México. Los testimonios de los padres de los normalistas y de un superviviente de la tragedia consternaron hasta las lágrimas a maestros y alumnos reunidos en el edificio Old Main de UTEP, quienes se unieron al llamado en busca de justicia.
Consideró prudente que se de difusión de lo que pasa en México en este país porque de esa manera se enteran de viva voz de la situación real de violencia que impera.
“Esta gente manda recursos para combatir supuestamente al narcotráfico pero lo que hacen es invertirlo en reprimir al pueblo”, dijo
un expositor. Sentado junto con Estanislao Mendoza Chocolate y Blanca Luz Nava Vélez, Cruz Ayala indicó que la caravana pro-justicia, tiene como objetivo contar la verdadera historia y sobre todo crear conciencia de lo que sucede entre la comunidad
internacional.
“El Gobierno de Estados Unidos tiene manchadas las manos de sangre al permitir que nuestro dinero se use para asesinar a civiles en México con el pago de nuestros impuestos”, afirmó la catedrática Selfa Chew Melendez, del Departamento de Historia de UTEP.
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