Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- El domingo, la Diócesis de Orizaba concluyó las celebraciones litúrgicas del Tiempo de Navidad con la Fiesta del Bautismo del Señor, un acontecimiento que marca el inicio del Tiempo Ordinario en el calendario litúrgico.
Todas las iglesias y parroquias de la región se unieron a esta celebración, que resaltó la manifestación de Jesucristo como el Mesías esperado y la promesa de salvación para la humanidad.
Durante la homilía en la catedral de San Miguel Arcángel, el obispo Eduardo Cervantes Merino subrayó que el bautismo de Jesús simboliza la cercanía de Dios con su pueblo.
“En este acto, Dios abre los cielos, invita a la reconciliación y confirma la dignidad de todos como hijos de Dios”, destacó.
El obispo recordó a los fieles que este sacramento es el fundamento de la vida cristiana, en el que se recibe el Espíritu Santo y se es incorporado como miembro de la Iglesia.
“El bautismo nos recuerda nuestra dignidad como templos del Espíritu y nuestra identidad como hermanos redimidos por Jesucristo. Somos bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, lo que reafirma nuestra comunión con Dios y nuestra misión en el mundo”, explicó.
Con esta celebración, la Iglesia retoma el Tiempo Ordinario, que marca un regreso a las actividades litúrgicas regulares, un tiempo se caracteriza por el llamado a vivir la fe en lo cotidiano.