México– Lágrimas, coraje y frustración resumen el calvario de los ahorradores defraudados por el Ficrea.
Desde el 7 de noviembre pasado, cuando las autoridades financieras anunciaron la intervención de la Sociedad Financiera Popular (Sofipo), no han tenido un solo día sin sobresaltos, y lo que hoy reclaman no es sólo la devolución del 100 por ciento de su capital y el castigo para el empresario que los robó, sino también sancionar a los directores y funcionarios de las entidades financieras que, supuestamente, protegen de abusos a los usuarios del sistema. La mayoría no sólo perdió dinero, también muchos sueños: los planes para cumplir con la educación de los hijos, los que se hicieron para tener un vejez tranquila después de años de trabajo y hasta la interrupción de un embarazo que cortó la alegría de esperar a un bebé amado.
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