Orizaba.- De acuerdo a las quemaduras que presenta el cuerpo de la mujer asesinada y sepultada en el patio de su casa, de tercer y cuarto grado en un 50 por ciento del cuerpo, el feminicida trató de calcinarla luego de matarla a golpes con un garrote.
La anterior hipótesis se desprende luego de que las autoridades ministeriales realizaron la inspección ocular en la vivienda, en donde hallaron pruebas de los utensilios ocupados por el hijo de la finada, como son los recipientes y objetos contundentes.
Y es que el cuerpo de la señora, que en vida se llamó, María del Carmen Juárez Sandoval, de 70 años de edad, presentaba quemaduras en la mayor parte del cuerpo, las cuales fueron provocadas una vez que fue asesinada.
Sin embargo, el presunto feminicida no pudo incinerar clandestinamente el cuerpo de su mamá porque se requiere un tratamiento especial para lograrlo, pero con esto trataba de borrar las huellas del crimen perpetrado en la casa de la calle “López Mateos”, entre Justo Sierra y Flores Magón, de Río Blanco.
Por tal motivo, al no lograrlo decidió sepultar el cuerpo en el patio de la vivienda y escapar, pero no conforme con esto regresó por las cosas con otro hombre, por el momento desconocido, y a bordo de una camioneta Nissan, de color blanco, se llevaron los muebles de la vivienda.
Por tal motivo y con base a las pruebas periciales, médicas y demás, el primer sospechoso del crimen es el hijo de la occisa, Michel Ángelo Reyes Juárez, quien tiene 30 años de edad, quien al parecer es homosexual, porque no lo encuentran por ninguna parte.
Con base a fotografías y pruebas otorgadas por la hija de la finada, los elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), confían en capturarlo en las próximas horas, porque presumen no ha salido de la región porque un día antes de ser descubierto el cuerpo putrefacto, estuvo en la vivienda con otro sujeto desconocido.
Óscar Jiménez Carrasco
El Buen Tono