Buenos Aires.- Personaje idiosincrático del humor gráfico argentino, Mafalda, la niña filosófica, de aguda o sutil opinión, cumplió 50 años sin dejar de ser tan fresca y lozana como cuando Joaquín “Quino” Lavado la creó.
“Mafalda fue una criatura ejemplar de su tiempo, con todas sus contradicciones”, destaca la agencia de noticias Télam en un comentario.
La genial invención de Quino vio la luz, en septiembre de un ya lejano 1964, cuando gobernaba el médico Humberto Illia, el peronismo estaba proscripto y Charles De Gaulle llegaba a Argentina, rememora la nota.
Es figura central de la cultura argentina y quizás la más importante de la riquísima historia de nuestro humor gráfico, que tuvo una mirada aguda sobre el mundo, el país y la benemérita clase media argentina, señala el comentario.
El servicio Infonews recuenta, por su parte, que después de su aparición en Primera Plana, Mafalda pasó en 1965 al periódico El Mundo, en el que comenzó a salir diariamente, en vez de dos tiras semanales.
También amplió el número de sus personajes de la familia original a la presencia de Felipe, Susanita y Manolito. En 1968, Quino trasladó el comic a Siete Días, completándolo con los personajes secundarios de Guille y Libertad.
En esa publicación permaneció hasta su despedida final, cinco años después. Ya por entonces había comenzado a circular en los libritos editados por la editorial De la Flor, formato en el cual se hizo más popular y sigue apareciendo.
Convertida en fenómeno editorial, su autor decidió retirarla en 1973, tan agotado por el esfuerzo como temeroso de que su criatura terminara en la repetición adocenada que afectó a tantos personajes del comic, explica Télam.
Pero eso -ahonda- nunca ocurrió; como sus amados Beatles, Mafalda supo mantener la frescura en cada uno de sus menos de diez años de duración.
“Medio siglo después, seguimos encontrando granos de verdad en sus agudas observaciones, o utilizando alguna de sus viñetas para ilustrar algún argumento”, concluye Télam.
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