Córdoba.- Después de que Ferrosur publicó un manifiesto de impacto ambiental donde anuncia la construcción de vías a la altura de la unidad El Dorado, Luis Alberto García Hernández, síndico del Ayuntamiento dijo que “no tenemos ningún dato formal que Ferrosur vaya a ser una ampliación que en consecuencia pudiera impactar a algunas familias… no tenemos ningún conocimiento”.
El entrevistado pidió que se ponga entre comillas de manera puntual “el presidente Tomás Ríos siempre ha sido respetuoso de los trámites y de la legalidad, sólo cuando se presentara la hipótesis es cuando podríamos nosotros pues actualizarla y ver qué posibilidades, cuál sería el estatus, porque para hacer un tema de ampliación y un tema de desalojo, obviamente que Ferrosur tendría que hablar en su momento con todos los vecinos, primeramente para ver cuáles son las condiciones en que se encuentran ellos viviendo, cuál es el estatus de la situación individual de cada uno de ellos y en consecuencia pues tomará Ferrosur la determinación y dará parte para los permisos correspondientes y demás”.
Puntualizó que sólo en ese momento es “cuando nosotros podemos inmiscuirnos de otra forma, pues somos respetuosos
y la especulación no nos gusta”.
EN LA INCERTIDUMBRE
Una cama de madera, un ropero de uso y una pequeña mesa, son lo único que caben en un pequeño cuarto de dos por dos, ubicado en una de los 40 terrenos en derecho de vía que la actual administración pretende desalojar por instrucciones de Ferrocarriles del Sureste (Ferrosur), luego de 35 años de permanecer en ese sitio.
Esthela Espinoza Flores, es una ama de casa que vive con su esposo que goza de un salario no mayor a los 450 pesos a la semana, tienen un hijo de cinco años que estudia en el preescolar y ella se dedica a las labores del hogar, desde meses atrás suena en su mente las constantes declaraciones de la reubicación, pero hasta el momento no hay nada sólido.
Ella al igual que su familia llevan viviendo frente a la clínica del IMSS de El Dorado casi 35 años, pero es hasta hace poco más de un año, que se han escuchado los rumores de que deberán dejar sus viviendas, pero hasta el momento nadie les da una explicación oficial del asunto.
“Hemos visto los anuncios en el periódico y escuchado en la radio, pero nadie nos viene avisar, vivimos con miedo de que en cualquier momento nos quiten nuestras casas que son nuestro patrimonio, a veces pensamos que el ruido es mucho cuando viene el tren y el peligro, pero es mejor a andar pagando renta o estar en la calle”, expresó.
No obstante, el ama de casa debe pagar agua y luz, pues cuenta con ambos servicios, pero nunca le han llegado recibos por predial y mucho menos tiene drenaje, por lo que debe usar la fosa séptica, que es un riesgo para las zonas urbanas.
Esthela, al igual que muchas familias que viven en derecho de vía en la ciudad, no han logrado tener un contacto cercano con las autoridades para conocer su estatus de vivienda, por lo que temen que en cualquier momento los desalojen sin aviso.