AGENCIA
Guerrero.- La noche de este viernes, familiares de cinco hombres asesinados durante la llamada ‘Guerra Sucia’ en México protestaron frente a la 35 Zona Militar de Chilpancingo, Guerrero, exigiendo justicia y señalando al Ejército Mexicano como responsable de los crímenes. Los manifestantes llevaron los restos de las víctimas en féretros, luego de recibirlos en la Fiscalía General del Estado tras varios trámites, a pesar de que ya habían sido plenamente identificados.
Los cinco hombres fueron asesinados extrajudicialmente y enterrados en 1967 en la sierra de Ajuchitlán del Progreso, presuntamente por militares. En septiembre de 2023, siete cuerpos fueron exhumados de fosas clandestinas en la sierra alta de Guerrero, y este viernes, tras más de un año de espera, cinco de los cuerpos fueron entregados a sus familiares. Los otros dos cuerpos aún no han sido identificados.
Los familiares, acompañados por integrantes de los colectivos de víctimas de la “Guerra Sucia”, viajaron desde Atoyac de Álvarez a Chilpancingo para completar los trámites y proceder a la sepultura. La representante del Colectivo de Asociación Representativa de Ejidos y Comunidades de Violaciones a los Derechos Humanos, Estela Arroyo Castro, destacó que, aunque la entrega de los cuerpos representa un avance, también existe frustración porque de los siete cuerpos exhumados, solo cinco fueron identificados.
Arroyo Castro detalló que la identificación fue posible gracias a los testimonios de sobrevivientes y familiares que, durante más de 50 años, no han cesado en su lucha por encontrar justicia. A pesar de la evidencia y los testimonios que señalan al Ejército como responsable, aún no se ha logrado ningún castigo.
Además, la lucha continúa, ya que existen 13 nuevas investigaciones relacionadas con otras personas desaparecidas en la misma zona, como lo señalan las asociaciones, que resaltan que más de 600 personas fueron desaparecidas durante esa época en Guerrero.
Tras la protesta, los féretros fueron trasladados a la Alameda Francisco Granados Maldonado en Chilpancingo para rendirles un homenaje póstumo.