Agencias
Venezuela.- Familiares de personas detenidas durante las protestas poselectorales en Venezuela han expresado su angustia por las condiciones a las que están sometidos sus seres queridos. Desde el centro de Caracas, madres y familiares han denunciado golpes, maltratos y violaciones al debido proceso, señalando que sus hijos, encarcelados desde hace más de dos meses, sufren torturas, malos tratos y deterioro de salud. Yuleici Romero, madre de un detenido, describió la situación como “inhumana”, subrayando la falta de agua potable y alimentos en condiciones adecuadas en el Centro Penitenciario de Tocorón.
Las condiciones de reclusión en Venezuela son precarias, según la organización no gubernamental Una Ventana por la Libertad, que informó sobre el hacinamiento y la insalubridad en las cárceles. Hasta el 30 de septiembre, se registraron 1,767 detenidos tras las elecciones presidenciales. Muchos de los familiares han denunciado que no tienen acceso a abogados de confianza y que a los detenidos se les imputan delitos graves como terrorismo, a pesar de que muchos no participaron en las protestas. Las familias continúan exigiendo justicia y la liberación de sus seres queridos, a quienes describen como inocentes.
Expertos en derechos humanos han documentado un patrón sistemático de violaciones en Venezuela, que incluye desapariciones forzadas, uso excesivo de la fuerza y detenciones arbitrarias, afectando a diversas poblaciones, incluidos niños y personas con discapacidad. Mientras el gobierno sostiene que se respetan los derechos humanos, los líderes opositores y los familiares de los detenidos insisten en que se debe garantizar la libertad plena y el respeto a los derechos de todos los afectados por esta crisis.
